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Calliope se inclina a un lado de Delphine, su mentora, para observar desde un mejor ángulo el cómo terminaba de acomodar un hueso zafado de un agricultor de la zona.

La joven no se pierde ningún detalle, hace una lista mental sobre todos los pasos que la mujer mayor realiza ignorando las quejas de aquel hombre.

─ Esta es la tercera vez, Señor Mell. No puede subirse al caballo si bebe tanto vino.─ Dice la mujer a modo de reproche.─ Parece broma la suerte que carga, nunca logra terminar con el hueso roto.

El hombre que se apellida Mell, sonríe algo avergonzado. Toma entre sus manos la camisa algo sucia y se la vuelve a colocar cuando Delphine termina de comprobar que todo está en su lugar.

─ De no hacerlo, no podría volver a ver a tal hermosa mujer.

Callie sonríe intentando pasar desapercibida ante su mentora, quien resopla poniéndose de pie frente a la cama en la que estaba el Señor Mell.

─ Aun así, preferiría verlo de otra forma que no sea llorando como un bebé.

La sonrisa pícara del hombre desaparece por completo y sus mejillas se sonrojan. Delphine se despide y le hace una seña a su alumna para que le siguiera.

─ Prepara tus cosas cariño.─ le indica.─ Iremos a las afueras de la muralla Rose a visitar a la esposa del Comandante Nile.

─ ¿Se encuentra enferma? ─ pregunta guardando algunos libros dentro del viejo bolso marrón.

Delphine niega a la vez que sale de la habitación del Hospital con Callie a sus espaldas. Ambas descienden por la escalera que las lleva hacia la salida principal del lugar.

─ El Comandante Nile, cree que su mujer podría estar en cinta.

─¡Eso es maravilloso Señora Delphine! 

Un carruaje de aspecto lujoso se detiene justo en la entrada, las puertas se abren mostrando a un soldado que lleva puesto el uniforme de la policía militar.

Hace un breve saludo siendo correspondido por ambas mujeres para luego ayudarlas a subir.

Calliope observa con atención cada detalle del interior del carruaje, era primera vez que subía a uno de tal aspecto.

─ Callie.─ le llama su mentora.─ ¿Ya decidiste hacia donde te especializaras?

La joven asiente.

─ Cumpliré mi labor sirviéndole al pueblo de Trost.

─ Me lo imaginaba.

─ Señora Delphine, no quisiera sonar irrespetuosa pero, ¿Tiene una fecha prevista para mi inscripción?

La mujer lleva una mano a su mentón, pensando en la respuesta adecuada. Sabía mejor que nadie que Calliope era excepcionalmente una prodigio en el arte de curar a los demás. Su capacidad de aprendizaje superaba a todos los alumnos que alguna vez llegó a tener a su cargo. Aun así, era demasiado pronto. Su joven alumna apenas estaba por cumplir los diecisiete años, le faltaba la experiencia necesaria para salir por su propia cuenta.

─ Pronto.─ responde simplemente.

La alumna decide no insistir más, confiaba plenamente en que su mentora sabría el momento adecuado para hacer su inscripción, aunque no negaba que la incertidumbre de no saber con exactitud el día previsto, le provocaba una ansiedad terrible.

Al carruaje le toma casi una hora atravesar todo Trost hasta la salida de este. Una vez fuera, el lujoso carruaje avanza por la calle principal en dirección a la casa del Comandante.

ASSURANCE │Levi Ackerman.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora