ASSURANCE │Levi Ackerman.

Ⅸ

Segundo Acto.

NOVENO CAPÍTULO.

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Por un momento, todo se sumió en silencio, incluso el canto de los grillos y el vuelo de las aves nocturnas se detuvieron cuando las palabras de uno de los informantes resonaron en medio del bosque. "Zackly fue asesinado", había dicho con solemnidad, dejando un breve instante para que el capitán procesara la noticia.

─¿Callie...?

─Ella está bien. Fue enviada al cuartel de Shiganshina hace unos días atrás ─se apresuró a responder el otro soldado. Sin embargo, su expresión cambió cuando recordó los otros detalles─. No hemos logrado dar con la ubicación del líder Thomas. Incluso el comandante no ha podido dar con su paradero. Las cosas están complicadas, y no sabemos qué rumbo tomar a partir de ahora.

El capitán llevó ambas manos a su cabello, peinándolo hacia atrás en un gesto de frustración. Había transcurrido un mes desde la última vez que vio a Callie, pero las cartas seguían llegando, como reloj suizo, cada seis días. Sin embargo, eso cambió hace dos días atrás cuando Raiden no acudió a su encuentro con su encargo habitual.

─No puedo abandonar mi puesto ─espetó el pelinegro, aunque sus palabras sonaban más a una autoafirmación, como si estuviera recordándose su posición actual.

─ ¿Deberíamos enviar refuerzos en su búsqueda? ─pregunto el más joven. Levi negó.

─Si Raiden está desaparecido, es un asunto para su propia unidad. Quiero mayor seguridad para Callie ─ordenó. Las noticias sobre la muerte de Kaneko a manos de bandidos habían llevado a un aumento en la protección de las personas "influyentes" del distrito. La legión había duplicado la guardia del médico de su unidad. Solo Levi y Raiden conocían la verdad detrás de todo eso, pero ambos tenían el mismo objetivo: mantener las habilidades de Callie ocultas─. Respecto a Pixis, hazle saber mi posición. No desaprovecharemos la oportunidad de pasar el titán de Zeke a otra persona, y si es necesario, un miembro de la facción Jaeger es suficiente para que pueda devorar al mono. Comunícaselo.

─ ¡Sí, capitán! ─respondieron al unísono, girando sobre sus talones y desapareciendo en la oscuridad de la noche, ocultos entre las enormes ramas de los árboles gigantes.

Levi soltó un suspiro y se masajeó el cuello, visiblemente estresado. Pero se consoló con la idea de que en menos de un mes estaría disfrutando de la libertad junto a Callie, donde podrían trabajar juntos en la pequeña tienda de té y continuar con el legado de su abuelo.

Miró hacia abajo, al lugar donde estaba el rubio con el libro entre sus manos frente a la fogata, no era idiota para no darse cuenta de que solo aparentaba estar concentrado en la lectura.

Activó su equipo y aterrizó con gracia en el suelo, llamando su atención.

─ ¿Disfrutando de la lectura? ─preguntó con sarcasmo.

─ ¿Se me nota? ─respondió alzando la mirada, utilizando el mismo tono de voz.

Levi se cruzó de brazos y asintió en respuesta.

─Pude notarlo desde arriba.

─ ¿Ha ido bien tu reunión del té? ─preguntó con curiosidad─. ¿Ya te han dicho cuánto tiempo más estaremos aquí? No me queda mucho como titán bestia, necesito a Eren. Estamos perdiendo el tiempo.