Veinte y cuatro.

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                               Miami, Florida.
                           06 de agosto, 2014.

Beyoncé - Rocket.

JUSTIN.

Los nervios ya habían pasado y ahora solo tenía esa sonrisa radiante al ver lo bien que me llevó con los padres de mi novia.

— Tú padre fue un hombre muy exitoso, no lo conocí pero al ver todo lo qué logró me dice lo esforzado y apasionado que fue con su trabajo.

El padre de _______ exclamó con sinceridad, me sorprendió el hecho que conociera a mi padre.

— Gracias. — tragué el nudo que tenía en mi garganta.

— ¿Qué piensas hacer con tu vida? — preguntó con seguridad.

Aclaré mi garganta apretando la mano de la castaña.

— Bueno, por ahora estoy ayudando en la empresa de papá... pero no es lo que me apasiona realmente.  — suspiré — me gusta la música y quiero especializarme en eso.

Hubo un silencio en la mesa que me dejó intranquilo.

— Pero siempre estaré presente en los artículos de mi padre. — agregué — es algo que le prometí.

— Eso es muy bonito de tu parte Justin.—exclamó la despampanante madre de _________.

— Gracias.

No sé cuando ni el por qué la cena se estaba poniendo algo incómoda. Rasqué mi cuello nervioso.

Un celular nos dejó en un silencio más incómodo, ________ me miró extrañada esperando un comentario de mi parte.

El padre de _______ se levantó contestando su celular, sin antes pedir permiso.

— La próxima semana tendremos un viaje a París... — estaba completamente ajeno a su conversación.

— ¿Que? — ________ frunció su ceño notablemente enfadada.

—Eso, a París vamos cariño. — fingió una sonrisa y creo que era primera vez que lo hacía.

-— Ni siquiera lo pienses, no. —los colores se le subieron al rostro.

— Lo siento, ya está pensado. —la miró despectivamente.

¿Qué mierda estaba pasando?

— No iré mamá, ya está. — soltó mi mano para tomar mi antebrazo.

Eric tomó asiento con un semblante serio.

— ¿Qué pasa? —preguntó mirándonos.

— Le estaba explicando a tu hija que nos vamos a París, todos. —recalcó la última palabra.

— No quiero tus quejas otra vez ________.

En ese momento no sabía cómo reaccionar.

— No iré. —murmuró apretando su agarre en mi brazo. — Soy mayor de edad, no pueden obligarme.

La miré sorprendido.

— Tienes unos jodidos 19 años, vives bajo mi techo y mientras vivas ahí harás lo que yo diga.

No podía quedarme en silencio.

— Lo siento cariño. — susurré para ella — mire Señor Mikaelson, le quiero decir sólo una cosa... no tiene que por qué decirle esas cosas a su hija.

Me miró incrédulo.

— Como tu dices... — miró a ______  — es mi hija.

— Está bien, pero cada persona merece su respeto. —tomé la mano de _____ levantándome— Y lo felicito, tiene una hija maravillosa.

TATTOOED HEART || TERMINADA✨❤️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora