TATTOOED HEART || TERMINADA✨❤️

Uno.

              Las Vegas, Estados Unidos.

                          04:06 AM.

La música entraba por mis oídos dejando una sensación agradable, tomé un poco de la botella que tenía entre mis dedos mirando toda la pista mientras mis pies se movían al ritmo de la música.

Suspire viendo como la mitad de mis amigos bailaban con alguna chica de baja calaña.

— ¿Vas a ser digno de bailar esta noche?

Puse mis ojos en blanco por un segundo acomodando mi gorra, El pequeño James podía ser molesto a veces.

— Noup.

— Oh, vamos... — sonrió disfrutando de las caricias que le hacía la chica que tenía sobre sus piernas.

— Hoy no tengo ganas, tu sabes. —Expliqué— Además, no hay chicas bonitas.

La chica de James giró mirándome con los ojos entornados.

— Oh, es por una noche Justin.

— No pierdo mi tiempo.

Mis hombros subieron en forma despreocupada, James hizo un ademán con su mano libre. Miré a Nathan y luego a Christopher quería irme ya al Hotel, estaba tan cansado. Sobe mi nuca con algo de cansancio y fue ahí cuando mis ojos se posaron en una chica en particular.

Mi lengua se encargó de mojar mis labios secos, la chica movió sus caderas al ritmo de "Show me" de Chris Brown, sentía como la temperatura subía y no me quejaba, sus amigas estaban a su lado revoloteando por todos lados, pero absolutamente ella era la que resaltaba más.

Miré con descaro sus largas piernas bronceadas, su vestido negro pegado a su cuerpo me dejaba sin aliento, su largo cabello brillaba dejandome con ganas de tocarlo, me levanté pegando una pequeña mirada hacia mis amigos.

Caminé hacia el grupito de chicas, noté una camara sobre ellas ¿que mierda? Desvíe mis pies hacia la barra que estaba a un metro de esa castaña, la miré de frente y pude fijarme de quien se trataba realmente, sonreí con descaro. Ok esto será divertido.

— Thomillson.

Se giró sorprendida de escuchar mi voz.

— Bieber.

Sus amigas me miraron sorprendidas, creo que ya sabían algo de la historia.

— Cuanto tiempo. — sonrió cínica — y que bueno estas.

— Tiempo. — levanté mi vaso hacia ella — no puedo decir lo mismo de ti rubiecita.

Que mentira más grande, estaba más buena de la última vez que la vi.

— Jm, tengo el autoestima tan alto que tu mierda no me afecta. — sus dientes blancos se asomaron por sus labios — bueno, quiero presentarte a mis hermanas.

Hermanas.

— No me interesan. — exclame con rabia — quizás son como tú.

— Oh, claro que no. — sus pestañas rebolotearon dejandome ido — cariño yo soy unica ¿lo olvidas?

Miré la camara sobre ellas, acomode mi gorro para mirarla mejor.

— Bueno, no son realmente mis hermanas.—sonrió irónica — son unas amigas.

— Dios mio, haces lo mismo que hace unos años.

Exclame con sorpresa, mirando sus ojos negros.