Cinco.

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                 California, Estados Unidos.                               20:07 pm.

Sentí que pasaron años mientras _____ no me hablaba, tan sólo fueron 5 días.

"Hola, ¿como estás?" Fueron sus palabras para decirme que todo estaba normal, como antes, creo.

Mi hermano se encargo de convencer a mamá para que lo dejara libre de castigo con la promesa de que iba a comportarse.

Mis días han sido completamente aburridos, quiero escribir una canción pero tengo muchas ideas en la cabeza y de ahí no salen.

Mientras hago las carpetas de la empresa que dejó mi padre, tomo un café cargado por la falta de sueño.

—Justin. — entró Matt por la puerta algo pálido.

—¿Que pasa?—miré la pantalla de mi portátil quitándole importancia a su palidez.

—¿Recuerdas a la chica rubia que pedí que sacaras de aquí hace unas semanas?—exclamó nervioso.

—Si... —lo miré un segundo—  ¿Que pasa con ella?

—Está aquí.

Mis ojos se abrieron más no poder.

—¿Y? —traté de disimular mi asombro—   no sé...

—Preguntó por ti. —susurró—   mencionó lo bien que la pasaron hace una semana.

OK, ahora si que no podía ocultar mi sorpresa.

—¿De que hablas?

Me miró nervioso.

—Estoy seguro que se acostaron, digo... —tartamudeo— y si está embarazada, digo...

—Oh santo dios, deja de hablar idioteces. — exclame enfadado— que conmigo no a pasado nada.

Dejó de mirarme, bajado sus manos sobre sus bolsillos.

— ¿Y que hace aquí entonces? 

Me encogí de hombros.

—¿Debería saberlo? —dije irónico—  sabes estoy perdiendo el tiempo aquí hablando contigo.

Me saqué mis lentes de descanso y me aproximé hacia la puerta de entrada, se veía nerviosa y asustada.

—¿Que haces aquí? —pregunté algo enfadado.

—Justin, enserio lo siento. —suspiró tomando mi brazo y lanzándome hacia la terraza—  Tenía que decirle algo a tu hermano y... y solo le dije eso.

—Lia, ¿que haces aquí? —pregunté de nuevo.

—Venía a invirarte a mi cumpleaños.

Oh.

—¿Hoy es tú cumpleaños? —dije más tranquilo.

—Nop, es mañana y hoy lo celebro.

La miré por un segundo.

—Lia, tengo trabajo que hacer.

Sus ojos se apagaron, pero era la verdad.

—Oh, claro... —movió sus manos en el aire— creo que me voy.

Se volteó y obviamente no la deje irse así como así.

—¿Por que viniste hasta aquí?

—No tenía tu numero, así que...

TATTOOED HEART || TERMINADA✨❤️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora