Epílogo
Pov Adam
Mi corazón era la único que me había mantenido vivo todo esté tiempo, justo esperando por esté momento. Ver nuevamente a Nicoletta. Había pasado un año y dos meses donde no había tenido noticias suyas. Sabía que ella todavía le había faltado tiempo para reencontrarse con si misma y por eso supe esperar.
Nicoletta...
Era dueña de todos mis sueños y pesadillas. Aveces eran sueños hermosos donde nos besabamos y hacíamos el amor y otras veces eran sueños o mejor dicho pesadillas donde ella me decía que no me amaba y que no me esperaba.
Tenía miedo de que haya conseguido a alguien mejor que yo y me haya sustituido. Yo no quería que me sustituyera, quería amarla por siempre. ¿Qué mujer perdonaria tantas infidelidades? Nicoletta, tal vez, pero albergaba un poco de temor de que lleguen todos los recuerdos del pasado a la mente y el corazón de Nicole. ¡Era un cobarde! Yo un hombre tan machista y egoísta, tenía miedo.
Mis ojos buscaban como rastreadores al cuerpo menudo de Nicole por el aeropuerto. Todo lo que veía era gente desesperada tratando de llegar a su destino para no perder el vuelo o viendo el rostro de felicidad de la gente al encontrarse con sus familiares. Yo deseaba algo así y esperaba tenerlo con ella.
Mi ángel.
El avión debía haber aterrizado hace una hora y todavía no la veía. Mis esperanzas se estaban transformando en cenizas y mi corazón se encogia cada vez mucho más. ¡Me he convertido en un ridículo sensible! Solo respecto a ella.
— Estoy buscando al joyero, ¿Sabe usted dónde se encuentra? — pregunto una voz electrizante, llamativa y sumamente especial a mis espaldas.
La sangre de mi cuerpo casi se detuvo y me giré lentamente para verla.
Unos ojos grises iradiando felicidad me miraban sonriendome. Estaba preciosa con un vestido sencillo de mangos anchos rosado, sandalias blancas y su pelo castaño trenzado por encima del hombro. Parecía una niña. ¡Mi niña!
No dije nada. No podía articular ninguna palabra sin tomarla en mis brazos y abrazarla. Me acerque a ella lo suficiente y la aprete contra mi pecho en un abrazo. Hundi mi cabeza en su cuello y aspire su aroma solo para hacerme a la idea de que de verdad ella estaba aquí, conmigo.
— Oh, te extrañe tanto — murmure emocionado. Alce la cabeza y vi sus mejillas tornandose en un color carmesí. Mis manos recorrieron su rostro maravillado por la felicidad que había en su mirada.
Era una nueva mujer y lo notaba. El que ella se hubiera ido para ayudar a personas necesitadas hablaba muy de ella y a su vez la ayudaba a superar su pasado.
— Nicole...te amo — susurre con la voz ronca y por primera vez en mucho tiempo uní mis labios con los suyos.
Era el beso más tierno y puro que jamás había dado. Sus labios estaban suaves y tibios saboreando los míos. Una extraño remolino se instalo en mi estómago y una electrizante sensación recorrió todo mi cuerpo. Me encontraba en el lugar indicado, con los labios indicados y la mujer indicada. Todo era perfecto y deseaba que siguiera siendo así siempre.
— Vamos a casa — susurre mirandola directo a los ojos con mi frente pegada a la suya. Ella sonrió negando con la cabeza.
— Nuestro nuevo hogar — corregi antes de que se quejara.
En realidad no quería vivir en nuestra anterior casa. Deseaba una nueva historia entre nosotros con innumerables nuevos recuerdos y aquella casa tenía grabada en cada rincón lo malnacido que fui con ella.
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Destinado a amarte
Romance{Leer La fuerza del destino antes} William ya conocía lo que es amar intensamente y con la mujer más impresionante que no imagino que se enamoraria. Ella era su reina, su amor, su todo y se encargaría de hacer todo lo posible para recuperarla. Él...