Capitulo 6
Pov Ashley
¡Es un desgraciado! ¡Un infeliz! ¡Un aprovechado! El muy maldito se atrevio a enviarme flores, hermosas por cierto, pero la verdad es que no soporto a los hombres que quieren seducir a otra cuando tienen novia. Iba a negarme, pero mi padre dijo que debía asistir porque sería una falta de cortesía después de que haya firmado contrato con nosotros. Acordamos en que seremos su proveedor de uvas exclusivamente por dos años. Por otro lado, su embotellamiento sería con nuestra empacadora por un año en lo que el joven, no tan joven empresario organizaba la construcción de la suya.
— No vayas, Ashley. Ése hombre no me da confianza. Además te golpeo — dijo mi amiga sentada en el borde de mi cama mientras me observaba arreglarme para la cena.
Dejé de aplicarme el polvo y me volteo para encararla. Ya le había dicho en varías ocasiones que fue un error y al parecer no puedo hacerla entrar en razón.
— Esmeralda ya te dije que él no me golpeo por gusto. Solo intento defenderme y no quiero volver escucharte decir que no vaya porque de todos modos iré — dije molesta y volví a girarme para seguir maquillandome.
Llevaba un vestido blanco de un solo mango y con el largo en un corte de lado. Mis tacones eran de aguja color plateado, un brazalete plateado y mi maquillaje eran en tonos claros. Me sentía hermosa y hace mucho tiempo no me arreglaba de esta manera. ¿No debería arreglarme tanto?
— Eres mi amiga y no quiero que te haga daño — volvió a decir y yo sonrei. ¿Enserio?
— Yo recuerdo haberte dicho lo mismo cuando te encaprichaste con Santiago, pero no me hiciste caso y él sera tú perdición — murmure tomando mi pequeño bolso blanco y salí de mi habitación.
Tantas veces que le dije a Esmeralda que no se metiera con él, pero aún así lo hizo. Él es algo brusco y podría jurar que es demasiado posesivo y celoso, pero ella busca excusa para defenderlo. Me atrevo apostar que él fue quien la persuadio para que lo dejara dormir en la casa cuando sabe muy bien que esta prohibido. Mi padre sabe que estamos mayores y que hemos tenido nuestras experiencias sexuales, pero la casa esta vetada para meter hombres al menos que sea nuestro marido.
Baje las escaleras sintiendo mis nervios a flor de piel, en la nota que trajo las flores decía que vendría por mi a las siete y solo faltan unos minutos. Quería encargarme de darle un poco de mi medicina especial. William Johnson aprendera a respetar a las mujeres hoy, como que me llamo Ashley Cortez.
Todavía al recordar la dichosa llamaba de su novia se me hierve la sangre. ¿Cómo una simple mañana puede dañar todo? Solamente imaginar sus calientes como dos carbones labios sobre mi piel, siento que ardo del deseo. ¡Maldita sea ése hombre! ¿Por qué no nacio feo para que no me atrayeran sus endemoniados besos?
Salí de la casa cuando escuche el motor de un auto y era él. Salió del auto vestido de manera semi-formal. Llevaba un jeans negro, una camisa de botones gris y una chaqueta negra, que lo hacía lucir mucho más atractivo.
— Ashley, hoy estoy a tus pies — dijo con ésa sonrisa picara que había descubierto en la habitación del hotel.
— Y tú estás muy guapo, William — comenté dándole un sonoro beso en la mejilla que lo tomo por sorpresa—. Oh, lo siento te deje labial en tú mejilla — añadí de manera coqueta rozando mis dedos en su mejilla para quitar el labial rosado.
William me miro lleno de deseo y yo sonrei satisfecha. William no sabes lo que te espera, pensé satisfecha por su cara.
— Vamos que esta noche tengo planes.
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Destinado a amarte
Romance{Leer La fuerza del destino antes} William ya conocía lo que es amar intensamente y con la mujer más impresionante que no imagino que se enamoraria. Ella era su reina, su amor, su todo y se encargaría de hacer todo lo posible para recuperarla. Él...