Destinado a amarte

Capitulo 9

Capitulo 9

Pov Ashley

-Despierta, mi reina - escuche aquella voz lejana que me insistía en que despertara. ¿No me puede dejar dormir? ¿Qué quiere? Decidí ignorar aquella voz y me removí un poco para continuar con mi descanso, pero segundos después sentí unas manos rodear mi cintura y abrí los ojos.

Todos los acontecimientos de hace unas horas me golpearon profundamente y me sentí un poco avergonzada. William estaba abrazándome por la cintura y su cabeza estaba sobre mi hombro.

-Ya me voy tiene que ser tarde - dije intentando de levantarme, pero él me lo impidió apretándose más a mi-. Te dije que tendrías un amanecer inolvidable y te lo daré - susurro a mi oído y volvió a darme un beso en el hombro.

- ¿De verdad? Pensé que solo lo dijiste para que me acostara contigo. -Me voltee para verlo a la cara y tenía una hermosa sonrisa estampada en los labios. Se le veía relajado y muy animado.

William negó con la cabeza y me apretó más hacia su pecho, sintiéndose toda su desnudez pegada a mi cuerpo. Me sentí extasiada por su cercanía y por la forma en que me miraba. Era una mezcla de deseo y satisfacción. Mi corazón comenzó a palpitar con fuerza y desee besarlo. William tenía los labios y la mirada más apetecible, pero debía controlarme. No podía demostrarle lo que con una mirada él me hacía sentir.

-No, yo si quiero un amanecer a tu lado y quiero dártelo - dijo tomándome en brazos con la sabana envuelta en mi cuerpo. ¿Qué demonios haría?

Acomode mi brazo detrás de su cuello para sostenerme y él abrió la puerta de cristal corrediza de su habitación. Cuando la abrió me encontré con un enorme balcón lleno de flores y en cada extremo había un asiento reclinable color crema, pero mi sorpresa fue mayúscula cuando me encuentro con que todavía no había amanecido. La oscuridad no era mucha y se notaba que pronto el sol haría su aparición.

-Aquí es el mejor lugar para disfrutarlo - murmuro el moreno y se sentó conmigo en su regazo. Estaba tiesa, sorprendida y no sabía ni que decir.

William acomodo la sabana para que los dos estuviéramos cubiertos y cuando ambos ya estábamos protegidos del viento me abrazo. Me acariciaba el vientre y besaba mis hombros haciéndome sentir segura en sus brazos. ¿Qué estará pensando William?

- ¿Por qué tan callada fierecilla? - pregunto acariciando mi cabello y pasándolo sobre mi hombro. Trague saliva con fuerza y suspire-. No esperaba esto...no de ti - susurro viendo como los rayos del sol comenzaba a verse desde el horizonte.

William rio haciendo que mi corazón se encogiera. - ¿Por qué no de mi? No soy tan malo - dijo divertido y yo coloque mis manos sobre las suyas que estaban en mi cintura.

-Eres muy...prepotente, te crees irresistible, te deje desnudo - reí ante el recuerdo-. Además me corriste de tu oficina - añadí dolida por aquel mal trato de su parte.

El moreno soltó una sonora carcajada y me pellizco el trasero. ¡Me pellizco el trasero! ¡¿Cómo se atreve?! Ashley por Dios te acostaste con él hace unas horas, pensé comenzando a sentir el deseo instalarse en mi vientre.

-Te merecías que te corriera, mi reina. Tuve que correr desnudo por la carretera por tu culpa, aguantarme las bromas tontas de los dos oficiales que me atraparon y ver la cara de tu padre al ver a este macho desnudo frente a su puerta.- Aclaro muy serio y yo solté una carcajada.

Debí haberme escondido para verlo correr desnudo. ¿Por qué no lo hice? Hubiera sido más divertido viendo a este moreno bien dotado corriendo con sus nalguitas firmes por toda la carretera. ¡Oh, sí, William Johnson corredor desnudo! ¿Qué le habrán dicho los oficiales?