Capitulo 1

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Capitulo 1

Pov Ashley

El cielo estaba parcialmente nublado y dudaba mucho que hoy el sol saliera en todo su apogeo, pero aún así de levantarme para ir a dar una vuelta poder los viñedos. Papá había tenido una recaída con su osteoporosis y el frío no le estaba sentando muy bien. Ayer había llovido tanto que todos los trabajadores tuvieron que detener las labores. Estaba viviendo en nuestra hacienda en Mexico y no paraba de trabajar arduamente. Ésta hacienda mi papá la había comprado cuando yo tenía tan solo cinco años y era un sueño que mi mamá tenía. Ella quería vivir en una hacienda rodeada de muchos para acres de terreno para sembrar uvas para hacer el vino, además de sembrar algunas frutas y hasta flore. Tristemente mi madre nunca vivió contarlo porque cuando yo tenía dos años ella murió de un cáncer uterino. No tengo ninguna memoria de ella en mi cabeza y solo puedo recordarla por fotos.

Siempre viví con mi padre y con el apoyo de mi nana, Lucinda. Lucinda era una morena que quería como una madre y yo era su niña consentida a pesar de que también tiene una hija que se crió aquí conmigo. Esmeralda era mi mejor amiga y éramos inseparables. Ella era algo tímida, pero divertida y ahora estaba muy feliz de que estuviera de vuelta.

Me puse un jeans negro ajustado, una camisa de manga larga doblada hasta los codos, unas botas planas de color negro y sin faltar mi sombrero negro con una cinta plateada alrededor. Salude a mi nana con un beso cuando baje las escaleras y ella me sirvió una taza de café.

- Lucy, por favor atienda al señor Johnson si no llego a tiempo. Se supone que llega antes del mediodía - dije mientras sorbia el café de la taza y ella asintió a la vez que limpiaba la encimera.

- ¿Ése es el señor quiere hacer negocios con tu padre? - pregunto concentrada en lo que hacía y mi mente se fue directo a dos semanas atrás en donde había bailado con aquél hombre. Ése hombre me echó sentir sumamente extraña y él simple echó de que a pocas horas estaría aquí me ponía sumamente nerviosa.

Además debía atenderlo personalmente porque mi padre no estaba para visitas y yo había olvidado avisarle a la secretaría de que atrasara ésa reunión. ¿Estaría igual de guapo como lo recordaba? Basta Ashley que eso no es lo que tu buscas, me regañe frunciendo mi entrecejo.

- Sí, pero que ni crea que tratando de seducir a la hija del dueño va a conseguir tener un mejor contrato que los demás - Me levanté molesta recordando al desgraciado que me abandono solo tenía cáncer y tratando de borrar el recuerdo de aquella mirada oscura del moreno.

- No lo maltrates mucho - murmuro mi nana mientras yo salía rápidamente fuera de la casa.

De frente me encontraba con amplio estacionamiento y toda la extensión que dividía al terreno tenia unas fuertes maderas pintadas de blanco haciendo una cerca. A mí encantaba sentarme sobre ellas y mirar al cielo para pensar o reflexionar en lo que me agobie. Era relajante salir bajo la luz de la luna a observar las estrellas. Otras veces me acostaba en la grama sintiendome así conectada con la naturaleza y disgrutando del frío viento de la noche.

Por los alrededores no había ningún trabajador así que me imagino piensan que las labores se han suspendido por la lluvia, pero no tengo ningún problema con eso porque sé que dentro de poco volvera a caer un fuerte aguacero. Entre a los establos escuchando el relinchar de los caballos y sus inquietantes movimientos al escucharme entrar. También éramos dueños de numeros ejemplares y algunas personas de la región traían a sus caballos para ser domados. Era algo difícil al principio, pero poco a poco logras aprender y es hasta excitante controlar a un animal que no quiere ser domado.

- Hoy daremos una vuelta, snow - dije mirando a mi yegua tan blanca como la nieve y tan pronto me vio saco su cabeza del corral.

La encille asegurandome de que todo estaba bien ajustado y tomé las riendas para sacarla primero de los establos. Me monte y la acaricie por unos segundos sintiendo su suave respiración en mi manos. Comencé a galopar poco a poco dando una vuelta por las plantaciones de uva, pero no en todas porque éramos dueños de unas extensas tierras que hoy no era recomendable recorrer por lo fangoso que estaban los suelos.

Destinado a amarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora