Capitulo 4

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Capitulo 4

Pov Ashley

William se había ido hace una semana al hotel y ni siquiera llamó para saber si el negocio seguía en pie. Me inquietaba el presentir que tal vez se fue del país y yo fui tan grosera con él. William se había portado tan bien conmigo y y yo solo lo trataba con la punta del pie. Además estaba el hecho que me había dejado sin palabras al apresarme contra la pared. La decepción en mis ojos tuvo que ser obvia cuando se alejo y me perturbaba el que no me hubiera besado. ¿Por qué no me beso? Desee fervientemente que lo hubiera echó. Mi corazón había latido con tanto frenesí y mis hormonas comenzaron alterarse como una idiota colegiala que deseaba experimentar.

La colonia tan varonil de William me había dejado con la respiración entrecortada. Fui una tonta y era mi deber disculparme. No tenía su número de teléfono así que llamé a su oficina en Nueva York y me atendió una tonta que se negaba a darme su numeró hasta que la amenace con contarselo a su jefe. ¿Qué tendra con su jefe para que se crea con derechos sobre él? Tal vez es su amante, pensé con desprecio. Casi todos los empresarios eran conocidos por tener aventuras con sus secretarías y William no puede ser la excepción.

Él es un hombre guapo, elegante, con un porte ardientemente maravilloso y con una sonrisa tan arrebatadora que fácilmente todas estuvieran locas por él. Tenía que admitir que desde que lo conocí en Nueva York, me sentí sumamente atraída por él, pero la idea de que solo sea atracción no me gustaba.

Mientras viví en Nueva York tuve una relación que duro un año y lo nuestro solo resulto ser solo atracción. Cuando terminamos me dijo que los dos éramos muy buenos en la cama, pero que él no deseaba algo más serio. En realidad yo me había dado cuenta que las cosas engre nosotros no llegarían muy lejos y él no toleraba mi carácter. Él quería una niña recatada que dijera sí, a todo lo que él quisiera. Si no le agradaba mi atuendo, quería que me lo cambiara y nunca accedí. Cuando fuimos a conocer a su familia casi no me dejaba hablar y no quiso que dijera que trabajaba como mesera en una cafetería. ¡Era un idiota! Todavía me pregunto porque no lo deje antes. Había noches en la que venía furioso a mi departamento porque no hice lo que le pedí y lo mandaba a volar.

Lo mejor fue que terminaramos. Yo deseaba una familia con muchos hijos y bien casada con un hombre al que amara con todas mis fuerzas. Deseaba fervientemente a un hombre que fuera mi apoyo, mi amigo, amante y marido. Quería que fuera un hombre que esté dispuesto a todo por hacerme sonreír y que yo sea su prioridad. ¿Algún día lo encontraré? Esperaba que sí porque no quería perder las esperanzas con los hombres como cuando Lance me decepciono.

- Creó que deberías pedirle una disculpa a William - dijo mi padre mientras mordia una de las tostadas que Lucinda le había preparado con un poco de mantequilla de maní.

- Lo sé y lo haré, pero tampoco era para tanto. Ése hombre es un orgulloso, un imbécil y un...

- Arrogante - completo mi padre por mí y yo asenti molesta-. Se parece mucho a ti. ¿Por qué te quejas? Tú eres igualita a él - añadió sonriendo de medio lado y yo puse mis manos en jarras.

- ¿Yo igual que él? Por favor papá. Yo no soy una exagerada, ni prepontente... no somos iguales. No lo somos. - Me levanté molesta y salí del comedor mientras escuchaba a mi padre reír. ¡Yo no me parezco a él!

Subí a zancadas a mi habitación e ignore a Esmeralda que intentaba decirme algo. ¡Al diablo con todo! Iría a ver a ése energumeno y le demostraría que yo soy mucho mejor que él. Ashley no te dejes llevar por las emociones, me repetía una y otra vez mientras comenzaba a arreglarme.

Me vesti como toda una profesional, una falda tubo negra, una camisa azul oscura de botones con las mangas cortas y uno altos tacones. Me hice un semi recogido y me maquille un poco. ¿Por qué me arreglo tanto? Ni que estuviera arreglandome para una cita. Tomé mi bolso negro y bajé a toda prisa hasta llegar a mi auto un Honda Civic rojo, mi preferido. Sabía muy bien donde se estaba hospedando, pero al principio preferi no buscarlo porque no me dio la gana. Además era un irresponsable al dejar pasar una semana sin siquiera contactarnos.

Destinado a amarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora