Hechizo 4

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— ¿Qué? —respondió este, escondiendo los ojos y retomando sus actividades en la cocina.

— Te gusta tu vecino.

— No.

— Te gusta. Y...Ah —se interrumpió, alargando la última palabra, con la satisfacción de haber descubierto algo—. Por eso...Por eso me sacaste de en medio de la pista. Ya entiendo todo —sonrió sabiondo.

— Estas malinterpretando, no es lo que...

— ¡Estabas celoso! —afirmó emocionado—. Y lo volviste a estar cuando te volví a hablar de él hace un momento, ¿no?

— No, no es eso —negó, moviendo el cucharon en la olla con una fuerza innecesaria.

— ¿Entonces qué es?

— Es...es...—balbuceó, deteniendo todos sus movimientos —...Simplemente...que no me gusta que hables así de las personas, eso es todo, ¿está bien? Él es una persona no un objeto.

— Pero está muy bueno, o ¿miento? —comentó, mirándolo traviesamente de reojo —. Sus hombros grandes, sus brazos fuertes, su cabello. Y como me gustaron sus cejas, y sus ojos. Y, ¿alguna vez has visto unos labios como esos? Lo que me gustaría be...

— Cállate.

— ¿Serán suaves? Seguro que...

— Pete no quiero golpearte.

— Como se sentirá su piel bajo su....

— Mierda Pete, si no te callas voy a matarte.

— Y morder la piel de su...

— Con un demonio Pete, no hables así de él —gritó, cogiéndolo de la solapa y mirándolo de manera amenazante.

Contrario a lo que Bright pensaba, Pete le sonrió y lo abrazó con fuerza.

— Suéltame, ¿Qué te pasa? ¿Estás chiflado?

— Nunca te había visto celoso por nadie.

— No. Estoy. Celoso.

— Ay ya tonto, se nota que te gusta mucho. No te preocupes yo guardo tu secreto —dijo, colocando sus manos en los hombros de Bright y mirándolo a los ojos fijamente—. Aunque no es por alarmarte, pero deberías hacer algo, eso hombre debe estar en los ojos de muchos y muchas. Bueno, pero no te preocupes, si no se fija en ti sería un tonto, eres tremendo partido. Además, aquí tienes a tu amigo Pete que te ayudará a conquistarlo —aseguró, soltándolo y poniendo pose de héroe.

— Pete...

— Nada que Pete. Para ponernos manos a la obra necesito saber de él. Empecemos, háblame de él. Yo tengo tiempo, además mañana no hay trabajo.

— No...

— Anda, por favor.

— No lo sé.

— ¿Te gusta o no?

Bright se quedó en silencio un momento. Había pensando en huir, en seguirse negando pero ya era inútil.

— Sí.

— Sí qué.

— Sí me gusta —confesó finalmente, mirándolo enojado.

— ¿Mucho, poco, un poquito?

— Pete.

— Anda, habla. Necesito saber eso para ayudarte.

Sortilegio #Brightwin #SarawatTineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora