Sortilegio #Brightwin #SarawatTine

Hechizo 23

— No murió, ¿qué?

— Debió desaparecer al romperse la unión, pero sigue aquí.

— No entiendo nada.

— Cuando hice el hechizo y la unión inició —una sombra de vergüenza apareció en su rostro, pero se repuso rápidamente—. Sin saberlo, claro. Cuando un brujo se une a un mortal—repitió con algo de torpeza—. Su esencia converge en el mortal y entonces nace una flor, su propia flor, naciendo como brujo. Por eso tenías magia —rozó con sus dedos la piel del antebrazo de Bright cariñosamente—. Mi hermana me dijo que tu flor aún envolvía la mía cuando me apresaron.

— ¿Mi flor?

— Habenaria radiata.

— ¿Qué?

— Es su nombre, tu esencia Bright.

Bright la observó aún con el ceño fruncido y con lentitud tomó la pequeña garza que Metawin tenía en sus manos.

— ¿Esto es...mío?

— Eres tú.

El falso Antinoo sin decir una palabra observó la pequeña garza en su palma.

— Cuando te vi ayer —dijo Metawin—. Pensé que habías sido un sueño. Un sueño cruel que solo buscaba volverme loco, que te ponía delante de mí solo para jugar conmigo. Pero entonces al levantarme de la cama encontré esto en el suelo, justo al lado de mi pie. No le tomé importancia al principio, pero entonces vi otra sobre la cama, y luego otra cayó de mi cabello. No eras un sueño —acarició la mejilla de Bright—. Realmente eras tú y habías estado aquí.

— Eso significa que la unión...

— Esta rota.

— Pero y...

— Eso es lo increíble de todo esto. Esta rota, pero ya existes en mi mundo.

Un brillo especial se dejó ver en los ojos de Metawin.

— Pero ya no tengo magia.

— Quizás esta dormida.

— Entonces, ¿ya no soy un mortal?

— Ya no más.

Bright se quedó en silencio mirando a la nada, con el ceño levemente fruncido, como si estuviera pensando en todo y en nada al mismo tiempo.

— Perdóname —pidió Win en un susurro.

— ¿Por qué?

— Por arrastrarte a esto.

Win se sorprendió un poco cuando Bright lo tomó de las mejillas y le plantó un tierno beso que le robó el aliento. Se separaron lentamente, observándose y sonriéndose con ternura.

— Y... ¿qué es todo esto? —dijo Bright, desconectando su mirada y observando alrededor por encima del hombro de Win. Éste se giró luego volvió su mirada con algo de timidez.

— Buscarte.

— ¿Y lo estabas logrando?

— No soy muy bueno con algunos hechizos, así que...—de pronto abrió sus ojos, alarmado—. ¡Mintra! ¡Va a llegar en cualquier momento! — Se observó así mismo y a Bright, y apresurado levantó su mano simulando un hechizo. Pero entonces de repente la puerta se abrió de golpe, dejando ver a la ya conocida y joven bruja que esta vez lucía un apretado traje azul y su cabello en un moño llamativo.

— ¡¿Pero qué carajos?! —gritó desde la puerta.

— Por el señor de nuestro mundo Mintra ¡Sal de aquí! —soltó Metawin en un gruñido pegándose a Bright para cubrirlo.