Los corazones también aprenden a no romperse [YA EN FISICO!!]

CAPÍTULO 4

Kenya

Habían pasado varios días desde esa noche.
Cada segundo me hacía mil preguntas a mí misma sobre la situación en la que estuve y cuál era la razón por la que no era capaz de olvidar su mirada.
Fui a clases por la mañana y conseguí evadirme de la realidad leyendo un libro en las horas que tuve libres. Sonó el timbre a la hora del almuerzo y salí al pasillo.

– ¡Kenya! – gritó mi amiga mientras se acercaba hacia mí – Vamos a comer, ¿te vienes?

– Vale – sonreí.

Nos dirigimos a la cafetería hablando de chicos. A ella le encantaba ese tema.

Eli es una chica muy sencilla y activa. Lleva conmigo desde que tengo memoria.

Nos sentamos en las mesas para empezar a comer.

– Kenya, te has enterado de que John es el nuevo capitán del equipo de...

La dejé de escuchar cuándo mi tono de mensajes sonó. Desbloqueé mi móvil y lo que vi me pareció de lo más extraño.

Número desconocido:

– Tengo tu chaqueta.

Atte: El chico de la casa en la que te refugiaste.

Pensé un momento tratando de confirmar si lo que decía era verdad hasta que recordé que la dejé en su sofá poco antes de irme.

Maldije en voz baja.

– ¿Kenya? ¿Me estás escuchando? – preguntó Eli.

– Si, lo siento, es que... me tengo que ir.

Rápidamente me levanté y caminé en dirección a la salida.

– Pero, ¿a dónde vas? – gritó mi amiga.

Yo hice cómo si no la hubiese escuchado y ,decidida , fui a la casa del chico aún sabiendo que estaba cayendo en su trampa.

...

NOTA DE LA AUTORA:

¡Hola! Espero que os esté gustando la historia. Venía a agradecer las ¡100 leidas!
Muchisimas gracias de verdad.