Hijo De Una Clara Canción De Otoño |SAVE|

XIX

En un principio todo había salido relativamente bien. No había tenido un buen inicio debido a que decidió no intentar destacar desde el comienzo. Una regla importante, no para la conferencia pero sí para la supervivencia básica, indica que no se trata de ver cuantas bestias o monstruos puedes eliminar. Aunque cada uno te brinde una distinta cantidad de puntos y te ayudan a subir de puesto en la lista de participantes, es más importante saber sobre el área en el que te encuentras y las criaturas que en ella se encuentran.

Meng Mo le aconsejó esperar durante el primer día. Aunque no lo parezca, no deben haber presiones, tiene siete días para sobrevivir ahí.

La mayoría de participantes se sienten presionados desde el comienzo y se concentran en buscar y eliminar bestias sin analizar a qué tipo de criatura se enfrentan. Cuando llega el segundo o el tercer día empiezan a bajar la guardia al pensar que lo peor ya había pasado y que tienen cierta ventaja por haber tenido un buen comienzo. En una cacería, el cazador espera y observa los movimientos de su presa. Si uno se precipita, puede que no logre obtener nada.

La regla del Mayor Meng era: esperar, observar, seguir y cazar. Adaptarte y conocer los alrededores, convertir las desventajas del área en tus ventajas. Hacer caso a sus instintos.

Luo BingHe no sabía bien a qué se debía el sentimiento y la necesidad de analizar cada movimiento a su alrededor en la espera de una buena presa. Él había vivido la mayor parte de su vida como un ciervo, no como un lobo. Los ciervos son criaturas bellas y delicadas; no son feroces ni buscan saciar una sed de sangre y el hambre de carne. Creía que había una sensación salvaje y oscura en su interior que lo instaba a esconderse entre arbustos y saltar con los colmillos de fuera hacia una criatura indefensa.

Como una sensación perdida. Un reencuentro consigo mismo.

Cuando Meng Mo le explicó sobre su herencia demoníaca, le habló sobre el tipo de demonio que era y lo que podría empezar a experimentar una vez que empiece a usar energía demoníaca.

En el pasado, antes de que las grandes sectas de cultivo como Cang Qiong o el Palacio Huan Hua existieran, los demonios eran quienes reinaban y gobernaban el mundo humano. Los lobos cazaban y mandaban por encima de los ciervos hasta que estos aprendieron a usar la energía espiritual y obligaron al reino demoníaco a doblegarse ante ellos. Entonces los ciervos pasaron a cazar y dominar a los lobos.

El cazador se convirtió en la presa. Aunque en palabras de Meng Mo, los demonios jamás han dejado el instinto depredador de sus antepasados atrás. Buscan el mejor momento para levantarse y proteger su territorio de nuevo.

Por ello en las primeras horas desde el inicio de la conferencia había acabado con monstruos pequeños que se encontró en el camino. Fue un repentino instinto depredador el que no le permitió esperar hasta el día siguiente para empezar.

Y eso no solo le hizo tener un sermón por parte del Mayor Meng. Hizo algo peor que eso.

Otras personas empezaron a seguirlo.

Resulta que muchos de esos monstruos pequeños que vagan por ahí son demasiado difíciles de eliminar para muchos discípulos de otras sectas. ¿No habían sido advertidos ni entrenados para enfrentarse a monstruos tan insignificantes y débiles como esos? ¡uno no puede solo acudir a la Conferencia de la Alianza Inmortal sin saber algo tan básico como eso!

Lo máximo que pueden hacer monstruos pequeños como esos es escupir un ácido por la boca y quemarte la piel. No es la gran cosa cuando es posible recuperarse con un bálsamo curativo.

Pero todas esas personas que ayudó involuntariamente lo siguieron, hombres y mujeres haciendo una gran fila atrás de él; conversando y riendo, bastante relajados como para recordar la situación en la que estaban.