Hijo De Una Clara Canción De Otoño |SAVE|

XXIX

"Maestro Inmortal Shen, no dejes que me quemen hasta la muerte. Te lo ruego, Maestro Inmortal Shen, ¡sálvame!"

"¡Todo lo que hicimos fue seguir tus instrucciones, pero nunca acordamos morir quemados!"

¿Qué estaba pasando allá?

Qiu Huaitang regresó su mirada hacia Shen Yuan.

"¿No eres Shen Jiu?"

Shang QingHua le hizo señas extrañas a Shen Yuan que no supo descifrar y negó frente a la mujer.

"No, soy... su hijo."

La mujer lo miró, observando a detalle cada parte de su rostro con lágrimas en los ojos. Miró las marcas que dejó en el brazo del joven omega y retrocedió con cierta duda hasta darse la vuelta y correr hacia la multitud. Shen Yuan la siguió, presintiendo lo que estaba a punto de ocurrir. Había una acalorada discusión entre Shen Qingqiu y el viejo Maestro del Palacio Huan Hua, no sabía lo que discutían pero no bajaba la gravedad de la situación. Shen Yuan al estar más cerca escuchó al líder de secta decir:

"Ya sabes que solo eran rumores y chismes. ¿Cómo puedes no saber que no hay beneficio en pensar en el tema? Es cierto que mi shidi no mima habitualmente a sus discípulos, pero decir que los abusa es cruzar la línea."

Shen Yuan se detuvo.

Líder de secta, tirar una taza de té hirviendo a un niño es bastante bien contado como un abuso. No lo hago por no defender a mi madre, ¡pero incluso tu sabes que tus palabras no son del todo ciertas!

Una de las discípulas del Palacio Huan Hua que Shen Yuan no podía reconocer agregó para rematar la mala suerte de Shen Qingqiu "Si mi humilde ser puede ser tan valiente para preguntarle al líder de secta Yue... Ordenar a un joven adolescente que luche contra un anciano de la secta demoníaca con cientos de años de experiencia y armadura erizada con púas envenenadas, ¿no podría contarse esto como persecución y abuso?"

...

Para colmo ya había perdido de vista a Qiu Huaitang.

¿Era necesario decir todos los crímenes de Shen Qingqiu en un solo día? No podían esperarse unos, hmmm... ¿Nunca? ¿Perdonen y sigan adelante?

"¿Shen Jiu?... ¿Eres Shen Jiu?"

La mujer que había estado persiguiendo de repente apareció al frente. Shen Yuan metió su cuerpo pequeño y delgado entre la multitud de personas, intentando abrirse paso entre codazos a su costado y su estómago, empujones y pisadas de la gente.

¡Más cuidado, no apachurren!

Todo el mundo, incluido Shen Qingqiu, se giró a verla. El rostro de su madre palidecio ante la mujer de apariencia bella y coqueta, después desvió la mirada hacia otra parte. Claro, debía ser extraño ver a la mujer con la que en algún momento tuvo una relación que no pudo funcionar. ¿Por qué? ¡porque asesinó a su hermano!

Qiu Huaitang desenvaino su espada, apretando la empuñadura en su mano "¡Te estoy haciendo una pregunta!. ¿Por qué no te atreves a mirarme?"

Yo tampoco te miraría si fuera él.

"Estaba diciendo que no es de extrañar que haya buscado por tantos años y nunca te haya vuelto a ver. Resulta que, durante mucho tiempo, habías alcanzado un lugar más alto en la vida y te convertiste en el noble señor del pico de Qing Jing" ella río con amargura sin dejar de mirar a Shen Qingqiu "qué impresionante."

El líder de secta preguntó en voz baja a al maestro inmortal "Qingqiu, esta joven y tú... ¿son realmente viejos conocidos?"

"¿Viejos conocidos?" Repitió ella "No sólo éramos conocidos, yo y este hombre éramos novios de la infancia... ¡soy su prometida!"