Hijo De Una Clara Canción De Otoño |SAVE|

Extra: La aventura de TianLang-Jun

TianLang-Jun estaba sentado en los jardines con Luo Feng y Zhuzhi-Lang, escuchando a las hijas de Luo BingHe reír y corretear entre las flores. Leía a su nieto una de las viejas novelas románticas que guardaba de sus años más jóvenes. Zhuzhi ya se sabía esas historias de memoria mientras que Luo Feng escuchaba con atención cada cosa que su abuelo leía. El niño se distrajo cuando sus tres hermanas se abalanzaron sobre él, soltando risillas mientras le señalaban a su hermano mayor algo que querían que viera. Inevitablemente, TianLang-Jun, Zhuzhi-Lang y Luo Feng buscaron con la mirada lo que las niñas veían con tanta emoción, encontrando a Shen Yuan y a Luo BingHe saliendo a los jardines. En un brazo cargaba una bebé  mientras que con el otro abrazaba por la cintura a su esposo, conduciendolo por el jardín, atento a cualquier señal de cansancio que presentará el omega. ¿Cómo no iba a estar cansado? Cargando con otros dos cachorros unos meses después de que nació el último... ese hijo suyo no perdía el tiempo. Desde Luo Feng no han vuelto a tener otro varón y estaba encantado con cada hija que ha tenido, por lo que seguían haciendo más. Si TianLang-Jun pudiera apostar, los que estaban en camino también serán niñas. Era como si el único propósito de Shen Yuan fuera llenar este palacio con bellas princesas. Aunque, por lo que escuchó, Luo BingHe fue regañado por su esposo y accedió a que estos sean los últimos cachorros que tendrán. No puede esperar a ver cuánto dura esa promesa.

"¿Qué estamos viendo, Junshang?" Preguntó Zhuzhi-Lang.

TianLang-Jun se encogió en hombros.

Las niñas se voltearon para mirar a Zhuzhi y dijeron antes de volver a lo suyo: "Bába y A-Die."

Colas imaginarias se movían de lado a lado con tres niñas bastante entretenidas.

"Les gusta ver a A-Die cuando es cariñoso con Bába" aclaró Luo Feng.

"¿No son así todo el tiempo?" Soltó TianLang-Jun, pensando que es más que suficiente verlos así en su casa.

Todos en los tres reinos son conscientes del amor que profesa el emperador demonio a su consorte y su familia porque Luo BingHe nunca se ha molestado en ocultarlo. Era tan descarado como podía serlo un hombre enamorado.

Luo Feng lo pensó un momento antes de decir: "Es como en las historias que lee el abuelo. Nos gusta... cuando son cariñosos."

Luo BingHe se detuvo en su camino y tomó una flor del rosal para dársela a Shen Yuan, susurrando algo en su oído. El rostro de Shen Yuan empezó a ponerse rojo y se apresuró a sacar su abanico para cubrirlo, caminando hacia ellos con una mano masajeando su vientre, adelantándose a Luo BingHe. Las niñas chillaron de emoción al verlos.

"Un amor que nunca envejece. Había olvidado lo que era eso..." murmuró TianLang-Jun. Tres pares de ojos oscuros se fijaron en su abuelo, brillando de curiosidad.

"¿Al abuelo le gusta alguien?"

"¡A-Qing quiere saber!"

Luo Feng estaba un poco sonrojado, pero, tal como sus hermanas, se veía curioso por saber. Luo BingHe le pasó la bebé en sus brazos a Luo Feng para ayudar a Shen Yuan a sentarse en el pasto.

"Si TianLang-Jun no desea contar nada, no pueden forzarlo" advirtió Shen Yuan a sus hijas, recibiendo a dos de ellas en sus brazos.

A la pregunta de una de ellas, TianLang-Jun respondió con una leve sonrisa: "Si, me gusta alguien. Desde que era joven."

"¿Cómo es ella?" Preguntó una de las niñas. Era bastante parecida a Shen Yuan, aunque era la más inquieta entre sus hermanas "¿se besan?"

Shen Yuan frunció el ceño y negó.

"No le preguntes esas cosas a tu abuelo, Luo Fei."

TianLang-Jun miró a Luo BingHe. Normalmente gustaba de burlarse de su parentesco, recordandole a BingHe de quien era hijo y que inevitablemente se parecían en ciertos aspectos, tal como los ojos, algo que muchos de sus nietos también comparten ahora. Pero si había algo que no solía mencionar aunque lo pensara todo el tiempo, era lo similar que era a su bella XiYan.