Hijo De Una Clara Canción De Otoño |SAVE|

XXXVII

"Creí que iríamos a Luochuan..."

Un libro voló sobre la cabeza de TianLang-Jun y Zhuzhi-Lang ayudó a su tío a acomodarse mejor en la cama en la que Shen Yuan los había colocado. Ambos esperaban y observaban quietos el desorden que se formaba en la habitación mientras Shen Yuan rebuscaba entre sus cosas. Infiltrarse en Qing Jing fue sencillo gracias a que iban con un miembro de la secta y, entre la conmoción de los discípulos que comenzaban a evacuar la Montaña por los resientes temblores y grietas en el suelo, nadie los notó al entrar.

"Una vez que encuentre mi espada y otra cosa más que necesito" respondió Shen Yuan, cerrando la tapa de su baúl "¿Dónde la habrá guardado Bába?"

TianLang-Jun extendió su cuerpo sobre la cama, colocándose boca arriba para ver al joven de cabeza.

"¿Para qué necesitas una espada cuando tienes dos demonios celestiales a tu merced? Usanos como quieras, Joven Shen. Tengo algunas sugerencias si te apetece mi opinión-"

El suelo volvió a sacudirse y se abrió una gran grieta en la habitación, obligando a Shen Yuan a saltar hacia su cama, acomodándose junto a TianLang-Jun para no caer al gran abismo que se asomaba a sus pies. Una gran luz roja provenía del fondo con un fuerte olor a azufre y humedad. Era parte de la entrada al Abismo Sin Fin, una parte de la trama que a Shen Yuan no le tocó vivir y, sin embargo, nunca esperó ver. TianLang-Jun y Zhuzhi-Lang se asomaron al borde de la cama para ver algunas de las cosas del cuarto caer hacia el fondo, como algunos de los viejos juguetes de Shen Yuan que Shen Qingqiu nunca se animó a tirar.

TianLang-Jun exclamó con la emoción de un niño jugando a tirar cosas a una alcantarilla mientras espera el sonido que hagan al tocar fondo, señalando con su brazo el Abismo que había consumido la mitad de la habitación: "¡Aquí es donde se encuentra parte del Abismo sin Fin! Siempre tuve curiosidad de ver cómo se vería una vez que se unifiquen los reinos. Toda la Montaña desaparecerá en un par de horas, ¿no es eso interesante?"

Zhuzhi-Lang y Shen Yuan negaron firmemente. El menor de los tres repuso "¿Cómo podría ser interesante tener el Abismo Sin Fin abierto en el suelo de mi habitación?"

"¿Nunca quisiste uno?, ¿entonces qué es lo que le gusta a los niños humanos?" Preguntó TianLang-Jun "Mira, ese de allí ya nos vio y grita por ayuda."

TianLang-Jun estiró la mano para chocar la suya con las de los brazos que se estiraban hacia arriba. Zhuzhi-Lang luchó para que el viejo demonio mantuviera sus brazos y manos sobre la cama. Si una de sus manos o si su cabeza caía por el abismo, ¿cómo la recuperarian? No había tiempo para buscar extremidades perdidas dentro del abismo.

Shen Yuan se estiró para ver debajo de la cama con Zhuzhi-Lang sosteniendo sus tobillos por el miedo de que el Joven cayera hacia el abismo. El suelo empezaba a partirse cada vez más y no estaba seguro de cuánto tiempo podían aguantar los humanos ahí abajo. Zhuzhi-Lang no deseaba intentar saberlo con Shen Yuan. La pierna de Shen Yuan se tenso y el chico se levantó con una espada en manos y una bolsa de tela que guardó dentro de sus túnicas.

"¡La encontré!"

"¿Ya podemos irnos? No creo que estén esperándonos y pronto te quedarás sin suelo, Joven Shen."

"Espere, Junshang" los detuvo la voz de Zhuzhi-Lang "¿No escuchan algo?"

Zhuzhi-Lang giró la cabeza hacia la puerta de la habitación. Shen Yuan y TianLang-Jun guardaron silencio al escuchar un ligero siseo saliendo de la boca del leal subordinado, notando que era un gesto más involuntario que bien pensado en el momento. Todo estaba tan silencioso que era imposible para ambos saber a lo que él se refería, hasta que la puerta se abrió con un chirrido. Se filtró un nuevo aroma a madera en la habitación. Un aroma alfa.