XXXVI

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Y nuevamente se encontraba encerrado en el Palacio Huan Hua.

¿Por qué?

Al parecer su bello lotito blanco está planeando unir los tres reinos y crear su realidad deseada con el poder de la espada Xin Mo y una mente altamente inestable, mientras él estaba encerrado en una de las habitaciones del Palacio Huan Hua. Incluso pataleando y gritando al oído de Luo BingHe, no fue capaz de tentar su corazón. El impacto de Xin Mo en su mente debe ser demasiado como para hacerlo incapaz de escuchar y considerar sus opciones.

¡Se besaron y el momento se rompió tan rápido como empezó!

No había forma en la que Shen Yuan pudiera advertirle a los miembros de Cang Qiong sobre lo que se avecina. No podía contactar a sus padres para asegurarles que estaba bien; su habitación estaba protegida por barreras que Shen Yuan era incapaz de romper, incluso ahora que el uso de su energía espiritual no se veía afectado por sin cura. No por nada el Palacio Huan Hua era bien conocido por sus poderosas barreras de protección, aunque no las había visto ser aplicadas en una sola habitación antes. Si intentaba salir por cualquiera de las ventanas, su cuerpo era arrastrado de regreso al interior. No le serviría de nada intentar romper la puerta si el resultado era el mismo. ¡Ni siquiera podía saltar por el balcón! No quería creer que su única forma de salir sería esperar al regreso de BingHe, porque si él regresaba a liberarlo, los tres reinos ya estarían fusionados.

"¡Pss!" Se escuchó desde afuera "¡Shen Yuan, por aquí!"

El sonido de una voz bien conocida nunca había sido tan bienvenido como en ese momento que Shen Yuan se alegró de escucharlo. Se apresuró a salir al balcón de la habitación y sonrió al ver a Shang Qinghua en balcón de la habitación de contigua.

"¡Sigues con vida!" Celebró el señor de la cumbre An Ding apoyando sus manos en el barandal y dando brincos de emoción, incapaz de caber en la alegría que sentía al verlo vivo "¡Lo sabía! Vi a alguien tratando de salir y sólo iba a empezar a lanzar nombres al azar y ver si encontraba algún conocido."

"¿Por qué estás aquí?" Se apresuró a preguntar Shen Yuan.

"Me encerraron" contestó Shang QingHua, encontrando la respuesta más obvia que podía describir su situación "Ese hijo mío se enojó porque no le dije que regresarias, pero él nunca me preguntó."

Shang QingHua se subió al barandal y se sentó sobre él, moviendo sus pies con calma hacia el frente y hacia atrás, sin prisa ni inquietudes, dedicándose a contar lo que Shen Yuan no sabía: "No dije nada cuando te desmayaste en mi cumbre, tus padres me habrían asesinado si se enteraban que moriste bajo mi guardia, de nuevo. Pero una serpiente entró y te llevó; eso ya no era mi culpa así que corrí a dar la noticia de tu secuestro. Luo BingHe se enteró de alguna forma que habías vuelto y me trajo aquí."

Shen Yuan dijo: "¿Y MoBei-Jun estaba de acuerdo con eso? Ahora que sabe donde estás puede llevarte de regreso a su territorio sin problema."

Shang QingHua se encogió en hombros y respondió con simplicidad "Me liberará cuando todo termine. Se lo prometió a MoBei-Jun. De todas formas, a donde sea que vaya nunca estaré fuera de su vista, siempre sabe en dónde me encuentro."

Si MoBei-Jun accedió a que BingHe encerrara literalmente a su esposa, la situación con ese par de demonios era peor de lo que esperaban. Con ambos conocedores de la historia encerrados, tal vez no habría oportunidad de detener la fusión. Era curioso en realidad, tenía el vago recuerdo de haberle pedido a un dios, cualquiera, que pudiera ayudarlo. Un joven asustado, consiente de que necesitaba un nuevo corazón pero nunca conseguía un donador. Su familia era budista, pero si Budha en aquel entonces no cumplió sus plegarias, ¿por qué creyó que otros dioses en los que no creía lo escucharían?

Hijo De Una Clara Canción De Otoño |SAVE| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora