XXXIII

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En la mitología griega hay una trágica historia de amor, como muchas y a la vez, como pocas en este mundo. ¿Han escuchado de Orfeo y Euridice? Shen Yuan sabía un poco sobre su historia cuando entró en la universidad en su vida pasada.

Sabía que Orfeo era buen cantante y Euridice le partió el corazón al morir y no poder volver a sus brazos.

Después de haber visto Hadestown tuvo una gran obsesión con la mitología griega que no pudo sacarse de la cabeza durante meses.

Orfeo era hijo de Apolo, el Dios de la música y las artes y, de Caliope, la musa de la poesía. Fue conocido por ser capaz de tocar con su lira las más bellas melodías que los dioses y mortales jamás hayan escuchado antes. Podía domar a las más temibles bestias con su música y conmover a los más fríos corazones. Se enamoró perdidamente de una ninfa, Euridice; un amor tan bello y correspondido que los llevó a unir sus vidas para siempre... pero ella murió al ser picada por una serpiente después de casarse. Orfeo, afectado por la muerte de su amada Euridice, no se dio por vencido e intentó traerla devuelta. Con su lira y su voz logró pasar a Caronte -el barquero del río Aqueronte- y a Cervero, convenciendo a ambos de llevarlo hacia Perséfone, reina del inframundo y diosa de la primavera. Ella le dio la oportunidad de llevarse el alma de Euridice y permitirle vivir, pero bajo una sola condición: no debía mirar a su esposa hasta que ambos estuvieran bajo los rayos de la luz del sol, fuera del inframundo, sino su alma volvería allí. Fue tan fácil y simple que Orfeo no pudo creerse más suertudo; más afortunado. Es lo que hace la felicidad en ocasiones, nos ciega y nos confunde.

Fue una lástima que él no pudiera aguantar a darle un último vistazo antes de salir por completo de la oscuridad hacia la luz, creyendo que tal vez Perséfone le ha engañado y quien lo sigue es un demonio o, que quizá todo ese tiempo había estado caminando solo. Euridice desapareció ante sus ojos y él vivió la gran pena de su muerte, jurando no volver a amar a nadie más, cantando canciones de amor en su honor.

Parece ser que hay una historia parecida circulando por ahí y una canción. No tan trágicas como se esperaba que fueran.

El resentimiento en Chunshan.

No, ni le mencionen esa canción. Ha tenido que escucharla varias veces en el camino y simplemente no ha podido encontrar donde esconder la cabeza. Dos veces confundieron su nombre con el de su madre y tenían que volver a empezar a cantar la canción, mencionando bien su nombre la segunda vez que la interpretaban.

¡El Gran Luo BingHe! Un demonio mitad humano que cayó en los encantos de un simple mortal de belleza indudable, el hijo de su maestro. Tras la muerte de su amado, estando tan cerca de estar juntos y después de haber luchado durante meses contra un dios caído, fue derrotado y vive solo en un gran palacio, lamentando la muerte de su amante y jurando no volver a amar a nadie más, porque no podría ser capaz de entregar un corazón que ya le pertenece y será de alguien más toda la eternidad. Sumido en depresión y en su propia miseria en su habitación en lo alto del Palacio, el pobre señor demonio.

...

¿De cuánto se había perdido Shen Yuan los últimos meses? Sólo se murió un ratito.

Un día simplemente despertó bajo tierra. Se sintió como esas personas a las que las enterraban sin saber si estaban vivas y les dejaban una campana para que las sonaran y pudieran desenterrados si realmente no estaban muertos. ¡Simplemente aterrador!

¿Salvado por la campana? ¡No en este caso!

Shen Yuan tuvo que cavar hacia la superficie tan rápido como pudo, aterrado y sin idea de cuánto podría aguantar sin aire. Estaba sucio, con las uñas gastadas, llenas de tierra y lodo; también estaba desnudo y su cabello era corto. ¿Hace cuantos años que no tenía el cabello tan corto? ¿Desde que era bebé? Se quitó la flor del Rocío del Sol y la Luna que estaba sobre su cabeza y la dejó a un lado.

Hijo De Una Clara Canción De Otoño |SAVE| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora