2. Peleas de Sabrina

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Al día siguiente pensé en fingir resaca, pero me daba mucha pereza, y esa tarde había quedado con Sabrina y Jace en la biblioteca. Por fin les había convencido.

-Buenos días mamá.

-¿No tienes resaca?

-No, la verdad que bebí poco ayer, además hoy he quedado con Sabrina y con Jace.

-Vale, ¿Entonces has acabado los exámenes no?

-Así es, por fin.

-Bueno, me alegro. Por cierto, te tengo que decir una cosa.

-Dime.

-Este año cumples 17, y pues he estado pensando en prepararte algo. Pero no quería que fuese sorpresa porque supongo que irás con tus amigos o algo.

-Este año he estado pensando en celebrarlo contigo y con la familia aunque no me caigan muy bien, y otro día ya saldré.

-Vale, pues ya no te digo nada más.

Le sonreí, y me dirigí a la cocina. Mientras me preparaba un café, me asomé a la ventana, el amanecer. Sí, mi madre y yo teníamos la costumbre de levantarnos muy pronto, sin importar lo tarde que llegásemos la noche anterior. Ya es algo automático, no lo puedo controlar. 

Después fui a mi habitación, cogí el ordenador y me senté en la pequeña terraza para escribir algo para la revista del instituto. El curso anterior ya me habían publicado algo, y pensé en hacer algo este año también. 

Me recogí el pelo en un moño mal hecho, y me puse mis gafas para leer. Solo las usaba para eso ya que tampoco me gustaba mucho como me quedaban. 

Paré de escribir y me puse a ver una de las series que me salió en recomendados. Y mientras tecleaba el nombre, escuché un silbido. Me asomé al balcón y vi al chico. Me subí bien las gafas y pestañeé varias veces para saber si realmente estaba viendo lo que estaba viendo. 

-Hola...Así que vives aquí...Me lo apunto-Dijo con una sonrisa satisfecha.

Abrí la boca para decirle algo, pero no me dio tiempo ya que se fue corriendo, y me tragué las palabras. ¿Cómo narices había encontrado mi casa? Porque de casualidad no lo creo, y mucho menos después de conocernos ayer en el teatro. 

Ya era casi la hora de comer, así que bajé para ayudar a mi madre a poner la mesa.

-Hola mamá, ¿Oye sabes qué? Estoy escribiendo otro texto para la revista del instituto, el profesor de lengua me ha pedido que lo haga, le gustó mucho el del año pasado.

-Me alegro mucho, venga siéntate, que ya está todo listo.

Encendí la televisión y puse las noticias, estaban hablando de política, como siempre...Aunque me interesase bastante la política tanto como profesión, como enterarme de cosas que pasan hoy en día, pero a veces me agobiaba ver tanto debate por la mínima tontería. 

Comí rápido, recogí mi plato y mi vaso, subí las escaleras corriendo, y fui al balcón para recoger mi ordenador y ponerme en mi cama. Seguí viendo la serie, y cuando me quise dar cuenta, ya iba siendo hora para prepararme. Había quedado para ir a la biblioteca y después ir a cenar, un plan maravilloso.

Me puse un vestido pegado con unas zapatillas altas, y una chaqueta corta. Después me peiné y me hice un moño, dejando que los dos mechones que me teñí hace tiempo, cayesen por ambos lados de mi rostro. Me puse algo de maquillaje, cogí mi bolso, metí lo básico, y por supuesto, unos cuantos libros que me habían pedido Jace y Sabrina, cuando justo me empezaron a llamar por teléfono.

-¿Diga?

-Soy Sabri, ya estamos fuera de tu casa, no tardes mucho.

-Vale, ya voy.

Enamórate de mí, JoshDonde viven las historias. Descúbrelo ahora