Me levanté sin ganas de nada, solo quería hacerme un café y volver a mi habitación, ese era mi lugar seguro. Me miré al espejo, mis ojos hinchados, mis ojeras muy notables en mi rostro. Como se notaba que ayer pasé una mala noche, asimilando lo que me había dicho Nico. Tenía que decirle que él tenía razón, y ya es la segunda vez que lo hago, no me gusta mucho dar la razón a la gente.
En cuanto llegué a la cocina, me sorprendió ver a mi madre allí, hablando por teléfono tan pronto.
-Sí, sí, entonces nos vemos hoy, hasta luego.
-Mamá, ¿Quién es?
-Tu abuela, va a venir toda la familia, o al menos, los que pueden venir hoy, incluidos tus primos mayores.
Mis primos mayores, tengo buenos recuerdos con ellos, a la vez que malos. Recuerdo cuando iba a su casa y entraba en sus habitaciones para simplemente molestarles. Con mi hermano, y con mis dos primas que son de mi edad.
-Vale, yo tengo que hacer unas cuantas cosas.
-Hija ya tienes que descansar, te ves horrible con esas ojeras y tus ojos hinchados, debes dormir más.
-Mamá...Si yo te contase, tenemos que hablar-Sé que no es el momento, pero ya que ha salido el tema voy a aprovechar.
>>Mira ayer llegué a casa, fui con Josh. Tenemos alguna cosa rara entre nosotros-Vi su cara de felicidad al escuchar eso-Nico nos vio desde una de las ventanas del salón, y en cuanto entré a casa, me empezó a regañar. Ya sabes como es él, eso no me importa, lo que me extrañó es por las cosas que me dijo: Me dijo que tenía que olvidarme de él, que solo tenía que estar pendiente de mis estudios y de ti, nada más. Que tendría que ir a la universidad y cuidar de ti. Tiene razón, aunque suene egoísta, tiene razón.
Mi madre estaba sorprendida, su cara estaba entre rabia y comprensión, no sé si hacia mí, o hacia mi hermano.
-Ni que fuese una abuela, sé cuidarme por mí misma, y creo que tu hermano no ha sido el que quería decirte todo esto. Sé que tu hermano con tus novios es un poco exagerado, y lo entiendo. Entiendo que no quiere que crezcas, para él sigues siendo una niña de doce años, aunque supongo que no en todos los aspectos. Creo que todo esto ha sido tu padre. Con lo que me has dicho.
-¿Tú crees? La verdad que sonaba muy en serio...
-No hay excusas hija. Ya sé que Nico sigue teniendo contacto con tu padre, así que no me parecería raro que todo ese discursito sea de parte de otra persona. Ahora vete a tu cuarto y prepárate, e intenta no parecer un cadáver.-Me dijo burlándose en broma.-No quiero que tus primos te vean así después de tanto tiempo.
Asentí sonriendo y subí a mi cuarto, lo único que tenía que hacer era prepararme para recibir a mi familia. Después de todo, mis tías nunca me han caído bien, pero mis primos sí, además, hace mucho tiempo que no nos juntamos todos, les echo en falta de alguna manera. Además, me apetece por fin responder a la pregunta de mi tía: "¿Y ya tienes novio?" . Pues no lo sé, pero algo hay.
Estaba a punto de irme al baño para darme una ducha, y mi teléfono comenzó a sonar, era un número de teléfono fijo. Parecía importante.
-¿Sí?
-Hola Eileen, soy el director de la revista del instituto. Quería hablar contigo mañana, pero no podía esperar mucho más.
-Sin problema, dígame.
-Hemos estado leyendo y evaluando tus trabajos y relatos, escribes genial, demasiado bien. Tu amigo Jace nos ha informado, queremos publicarte algo, como escritora.
-Bueno, yo...Muchas gracias, pero aún soy menor, no sé, tengo otros planes...
-No te preocupes, si quieres esperar más tiempo sería comprensible, pero recuerda que si necesitas algún apoyo para salir adelante, te podemos ayudar.
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Enamórate de mí, Josh
RomanceEily, como de costumbre, iba al teatro. La puerta estaba ya medio-abierta. Fue a la biblioteca y comenzó a leer, algo normal. Escuchó pasos, alguien apareció en la puerta, y desde aquel momento, toda su vida fue un desastre, de mal en peor. ¿O no?