Me acerqué a ellos con el móvil aún en la mano:
-Lo siento chicos, no puedo ir, si queréis me podéis acompañar a las oficinas un momento y ya nos despedimos.
-Vale, te acompañamos-Dijeron a la vez sin dudarlo.
Fuimos caminando y hablando de los próximos partidos de volley y baloncesto, la verdad que su equipo era uno de los mejores de distrito, eso no me sorprendía. Nuestro instituto se esforzaba bastante en pagar a entrenadores muy buenos, y en los demás deportes incluido volley, igual. Además a mi equipo las ayudas de otros entrenadores profesionales siempre son bienvenidas. Siempre han ayudado bastante.
Llegamos a las oficinas, vi a Nico hablando con mi entrenadora, al parecer ya estaban terminando, y me dirigí a llamar a la puerta, y antes de eso Josh me paró.
-A ese chico le he visto varias veces por aquí, ¿Quién es?-Quiso seguir hablando, pero justo los dos salieron de la oficina. Me vieron y me saludaron, yo salté muy emocionada a los brazos de Nico, le di un abrazo muy fuerte mientras me elevaba.
-Te he echado muchísimo de menos.
-Yo también-Dijo él mientras me dio un beso en la frente y se despedía de la entrenadora-Ya he hablado con ella, el jueves voy con vosotras y os enseño algunas cosillas. También he hablado de evaluaros, hace tiempo que no lo hago. Eso lo haré mañana y pasado.
-Perfecto-Dije mientras sonreía y miraba de reojo a Dante y a Josh, estaban desconcertados, parecía que habían visto un asesinato en vivo y en directo de lo sorprendidos que estaban.
-¿Y estos chicos son?
-Ah sí disculpar, Nico ellos son Dante, el hermano de Sabrina, y Josh, otro amigo más. Chicos, él es Nico, mi hermano-Dije sonriente. Sabía perfectamente lo que estaban pensando, y creo que Nico también lo sabía.
-Bueno pues hola chicos, encantado.
-Igualmente-Dijeron a la vez.
-Bueno, vámonos, que ya va siendo tarde.
Asintieron y salieron del lugar, yo iba al lado de mi hermano y de Dante, que me miraba extrañado, ya que estaba hablando con mi hermano sobre cosas de volley que nunca habría mencionado probablemente. Simplemente cotilleos y como íbamos en los partidos.
Cuando llegamos al parking, nos despedimos de los chicos y me monté en el coche de mi hermano.
Sé que no lo he mencionado antes, pero sí, tengo un hermano. Casi nunca le veo porque está de viaje siempre, y ha venido a pasar el verano en casa, un tiempo de descanso. O mejor dicho, de medio-descanso, ya que tendrá que trabajar algunos días igualmente.
-Bueno, vamos a casa, he pedido comida, y no va a tardar tanto en llegar.
-Vale.
Nos montamos en el coche. Me sorprendía cada vez más. Cuando miré a mi alrededor, comencé a recordar cosas de las navidades pasadas. Como nos divertíamos con la música, fue un momento genial, aún sigo teniendo el vídeo. Cuento como fue:
-Nico, ¿Pongo música?
-Sí, me aburro demasiado.
-Vale-Dije mientras ponía a Luna Ki, como no, nuestra canción favorita-Voy a poner una que nos encanta.
Estábamos en mi habitación. Tenía un altavoz gigante, por suerte eran vacaciones y no habían muchos vecinos.
Los dos teníamos sudaderas, y se me ocurrió una idea antes de poner música. Me puse la capucha y le apreté al máximo con los cordones. Después me puse unas gafas de sol rectangulares. Mi hermano me vio y se echó a reír. Yo acto seguido le dije que hiciera lo mismo, le puse otras de mis gafas de sol, y puse música.
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Enamórate de mí, Josh
RomanceEily, como de costumbre, iba al teatro. La puerta estaba ya medio-abierta. Fue a la biblioteca y comenzó a leer, algo normal. Escuchó pasos, alguien apareció en la puerta, y desde aquel momento, toda su vida fue un desastre, de mal en peor. ¿O no?