27. Disculpas aceptadas.

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Los días iban pasando, no vi a Josh en ningún momento, y llegó el fin de semana. 

El viernes fui a la biblioteca para buscar un libro que me había recomendado una profesora de literatura. Y me encontré con una chica muy agradable. Me dijo que estaba en la universidad estudiando medicina. 

Todo fue porque ella estaba sentada en una de las mesas estudiando, y yo en la estantería que estaba detrás de ella, buscando el libro. Sin querer me choqué con ella, le pedí perdón y la conversación salió sola. 

-Perdón, enseguida salgo. 

-No te preocupes, ¿Qué libro buscas?

-Se llama "El asesinato de Brooklyn", me lo recomendó mi profesora de literatura, ¿Y tú qué estudias?

-Pues estoy en la carrera de medicina, y ahora estoy con biología-Dijo, mientras separaba una silla que estaba a su lado para que yo me sentara. 

-Esa carrera siempre me ha parecido interesante, pero yo tengo pensado hacer volley, y si no me sale pues psicología. 

-Yo quise hacer esa al principio, pero solucionar problemas no es mi fuerte, y no soy muy de letras tampoco. 

-Bueno, pero en medicina lo incluyen supongo, aunque no te especifiques en psicología. 

Estuvimos hablando un buen rato, y le pedí el número de teléfono para poder hablar más y quedar algún día. Me quedé con una buena experiencia. 

Nos despedimos en la esquina de al lado del teatro. Llevaba unos cuantos libros, podía ir allí a leer tranquilamente, aunque prefería ir a casa, hoy estaba cansada. Estuve parada durante unos segundos pensando en qué hacer. Finalmente decidí ir al teatro. 

En el camino, me encontré con Sabrina y Ann, iban a la casa de una amiga suya para prepararse e ir a un club. Me invitaron a ir, pero les dije que iba a ir al teatro.

-Eily, ¿Vienes con nosotras a casa de Shai?

-Iba al teatro, si queréis venir me parece bien. sino, pues nos vemos mañana o el domingo. 

-Eily por favor, el verano se acerca. Por cierto hay que ver lo de las vacaciones. 

-Ya disfrutaré en otro momento, nos vemos. 

Me fui con prisa hacia el teatro, vi que en la calle no pasaba nadie en ese momento, y tenía que aprovechar para entrar. 

Como de costumbre, usé la palanca, y abrí la puerta. Cuando ya tenía el flash del móvil preparado para ir a encender los plomos, me di cuenta de que las luces estaban ya encendidas, y no sólo eso, sino que Josh estaba sentado en el escenario. Se le veía horrible, las lágrimas salían de sus ojos descontroladamente, y se agarraba la nuca con las manos. Me dieron ganas de ir a abrazarle y preguntar qué le pasaba, pero me quedé paralizada. 

Me miró e intentó levantarse, pero vi como negaba con la cabeza y se limpiaba la cara. 

Solté la bolsa sin preocuparme por los libros o el móvil, y salí corriendo hacia él. Sé que no debería, pero verle así me destrozaba, como ver a cualquier persona llorando. 

-¿Qué ha pasado? ¿Estás bien?-Dije mientras le abrazaba. 

Él no dijo nada, solo se aferró a mí con fuerza, yo le empecé a acariciar el pelo, parecía relajarse. 

Vi como quiso decirme algo, tal vez perdón, tal vez lo que le estaba pasando, pero solo escuché un sollozo más. 

Después de diez minutos así, me senté a su lado y por fin, empezó a hablar. 

Enamórate de mí, JoshDonde viven las historias. Descúbrelo ahora