Eily
Estaba a punto de salir con Sabrina, pero le dije que teníamos que hacernos una foto. En el final del pasillo tengo un espejo enorme que es genial para hacer fotos, y este momento era uno para hacernos fotos.
Yo llevaba un pantalón corto vaquero que se ajustaba a mi cintura y una camiseta corta que se me pegaba demasiado, pero era preciosa, mis converse y un pequeño bolso-mochila donde guardaba mi traje de baño y mi toalla.
En cuanto a Sabrina, obviamente ella destacaba mucho más que yo. Llevaba una falda de tubo de color azul oscuro y un top blanco con un bolso negro y una mochila como la mía, nos la compramos juntas.
Los demás nos esperaban fuera: Jace, Josh, Ann, Shaila, Ryan y Dante. El último no le hacía mucha gracia a Sabrina, como ya he mencionado en varias ocasiones.
Salimos fuera y saludamos. En el primero que me fijé fue en Josh: iba vestido con unos pantalones cortos informales y una camiseta normal. Se notaba bastante que no era de arreglarse mucho, pero igualmente, le quedaba todo genial.
La casa de Paul estaba prácticamente pegada a la mía, a dos manzanas, por desgracia.
Llegamos, y lo primero que vi fue la entrada muy bien decorada con luces de colores, carteles luminosos señalando las diferentes zonas: el bar, la pista de baile, la piscina, la sala de estar y las habitaciones.
Fuimos a la sala de estar, donde estaban la mayoría bebiendo algo que Paul iba sirviendo a la gente para dar la bienvenida. Y para empezar, unas bebidas con gran cantidad de vodka, mi punto débil.
Se acercó a nosotros sonriente, hasta que nos vio a Josh y a mí conversando tranquilamente.
-¿Tú eres el idiota del fin de semana pasado verdad? Reconozco tu voz-Dijo molesto.
-Sí, soy ese. ¿Me pasas la bebida?-Dijo mientras Paul se negaba-Bueno, la tomaré igual.
-Solo digo que no quiero problemas, es mi casa.
-Los estás causando tú, yo no sabía casi nada de tu existencia. Así que haz el favor de repartir las bebidas que le corresponden a cada uno, e irte a donde sea.
Paul asintió, hizo lo que le dijo Josh y se desapareció entrando a la pista de baile donde ya habían algunas personas.
Tenía que quitar ese peso del ambiente, así que rompí el silencio.
-¿Habéis traído los trajes de baño verdad?
-Sí.
-Por supuesto, la piscina hay que aprovecharla-Dijo Sabrina-Bien, pues vamos al bar, yo no quiero estar aquí como un muermo, aquí venimos a divertirnos.
Todos la seguimos y pedimos una ronda para todos, brindamos y así estuvimos con dos o tres más. El alcohol comenzaba a subir a mi cabeza y corría por mis venas. Los dos cubatas que me había tomado hace unos diez minutos terminaron afectando.
Me sentí lo suficientemente valiente como para ir a la pista de baile con Sabrina, jamás me atrevería a pedirle salir a bailar a Josh, incluso estando ya bajo los efectos del alcohol.
Se nos fueron uniendo todos poco a poco y acabamos conversando de nuevo. La fiesta estaba yendo bien. En el salón Paul tenía una consola y nos pusimos a jugar por turnos. Y como siempre, gané yo, se me da demasiado bien.
-¿Y si nos vamos a la piscina?
-Pues chicas por aquí-Dijo Sabrina guiándonos a una especie de vestuario que había al lado de la piscina.
Conocía la casa tan bien. Las bebidas habían afectado un poco a mi memoria, pero todas estas cosas que estaba haciendo en ese momento, ya las había hecho hace un año más o menos. Cuando salimos vimos a los chicos esperar fuera algo aburridos, y en cuanto nos vieron comenzaron a quejarse por nuestra tardanza.
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Enamórate de mí, Josh
RomansaEily, como de costumbre, iba al teatro. La puerta estaba ya medio-abierta. Fue a la biblioteca y comenzó a leer, algo normal. Escuchó pasos, alguien apareció en la puerta, y desde aquel momento, toda su vida fue un desastre, de mal en peor. ¿O no?