CAPITULO 4

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Las horas no fueron tan largas y las personas poco a poco se dispersaron hasta que tuvo vacío en su totalidad cuando marco su reloj a las 12:00pm. Iruka al estar libre, le prestó un poco más de atención a los dos niños y los sentó en unas de las mesas cuando le sirvió algo de sopa a cada uno.

— No soy buen cocinero pero espero que les sea de su agrado —dijo Iruka al servir los platos en la mesa.

— ¿Sopa? —preguntó Sasuke al ver el plato— ¿En este lugar también sirven sopa que sea buena?

— La sopa de mami es buena —menciono Naruto al llevarse otra cucharada de sopa a la boca.

— Eh, buenaaa... —Iruka algo nervioso mira al niño mientras pasa su mano por la nuca— No casi y en este no hago sopa porque casi no le gusta a los clientes pero la preparo porque estoy en mi casa y tengo que comer algo.

Naruto al escuchar cuando comía miro a Sasuke confundido, ambos sabían que nadie podía vivir en un local con hornos grandes a su alrededor y hasta ahora no han visto una cama cerca. Mizuki, quien escuchaba todo al estar limpiando las mesas, tomo unas de las sillas y se unió a los niños que parecían confundidos.

— ¿Por qué esas caras? —preguntó Mizuki llamando la atención de los niños— Nunca han escuchado que alguien viva en un local.

— Mami no tiene casa —dijo Naruto con una voz lamentable.

— Si tengo —Iruka sonrió y levanto su dedo señalando hacia el techo.— Lo único que está arriba.

— ¿Arriba? —ambos preguntaron al mismo tiempo mientras miraban hacia arriba.

— Niños... — suspiro Mizuki— Para que entiendan, arriba hay un segundo piso donde está la casa de Iruka y casualmente está conectado con este local.

— ¿Qué? —dijo Sasuke aún más confundido.

— La casa de mami está arriba... —susurro Naruto y después una sonrisa se dibujó en su rostro— ¡Puedo ver la casa de mami! ¡Si!

— Erk-bueno, no creo que sea buena idea —Iruka volvió su mano hacia la nuca mientras sonreía y desviaba la mirada.

— Sí, quiero ver cómo es la casa de mami —insistió Naruto con un puchero en los labios.

— Vamos Iruka —Mizuki habló cuando escucho un suspiro que salió de amigo— solo son niños, ¿qué pueden hacer aparte de romper cosas? ¿O acaso tiene miedo que estos niños roben algo tuyo?

— No estoy diciendo eso, Mizuki —levanto la voz al mirar a su amigo.— Solo que...

— ¿Robar...? Yo puedo robar —mencionó Naruto con curiosidad y entusiasmo.

— ¡No! —grito Iruka haciendo que ambos niños dieran un pequeño salto en su silla— No, y nunca lo hagas.

Ambos niños asintieron con temor ante la nueva voz que salió de Iruka y siguieron comiendo en silencio. Al terminar tanto Naruto como su amigo Sasuke se sintieron satisfechos y gustosos por la comida que ambos agradecieron.

— Ves, la comida de mami es muy deliciosa —dijo Naruto con una sonrisa de orgullo.

— Si, hasta diría que está mejor cuando mi hermano cocina enojado —asintió Sasuke.

— Niños, no es para tanto —soltó Iruka cuando sus mejillas pintaron de color rojo.

— Aunque ustedes no lo crean, él es un chef —menciono Mizuki al meterse a la conversación.

— ¿Chef? —preguntaron ambos niños.

— Sí, estudio demasiado y tuvo unos de las mejores notas para ser todo un chef.

¿Mamá? | KakairuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora