CAPITULO 16

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Fueron dos semanas que Naruto disfrutó su estadía con sus abuelos y tuvo que estar de regreso a la ciudad por sus estudios. Aunque sus abuelos pidieron que pudieran dar sus clases en casa, Rin se negó tomando la autoridad de madre.

Regresó junto con su mascota y su nuevo amigo que tiene un pedacito de su mamá. Rin por su parte seguía enojada por lo sucedido en esa fiesta y por no tener su propia autoridad ante su hijo.

Primero paso por la escuela de Naruto dejando algunos recados acerca de su hijo y después fueron a casa. Naruto bajo primero antes que Rin diera una orden y entro a la casa, subió las escaleras y se encerró con la habitación con su perrito.

Saco una tira pequeña de lana roja que tenía resguardo en un rincón de la habitación y se lo coloco al perrito como si fuera un collar, después lo tomo en sus brazos y se sentó en la cama colocándolo en su regazo.

— Pakkun, tienes que cargar eso porque es de mami y te protegerá, pero tampoco dejaré que te hagan daño porque le prometí a mami que te protegería y yo jamás retrocederé a mi palabra —decía mientras acariciaba al perrito.

Por el momento el día de Naruto no hubo inconveniente, siguió con sus clases nuevas y Rin lo ayudo con eso. Kakashi llegó por la noche y cenaron en familia después de las dos semanas que estuvo con sus abuelos.

Los días transcurrían, Naruto asistía a su clase sin volverse a escapar o algo parecido, Rin casi ya se encontraba en casa, pero en ocasiones salía sin previo aviso, y Kakashi en su oficina y también por algunas horas tenía su desaparición.

Pero.

Un fin de semana, Naruto se levantó somnoliento mientras procesaba todos los gritos que provenían detrás de su puerta. Miro a Pakkun, cuál estaba al lado suyo echo bolita y lo acaricio dándole los buenos días.

Bajo de la cama y primero vistió el baño para después salir de la habitación a ver cuál era el desastre que no era su culpa porque durante estos días no ha hecho ninguna travesura.

Echo un vistazo a las escaleras y los gritos no provenían de abajo, miro los pasillos y se dió cuenta que los gritos salían de la habitación de sus padres. Se encaminó hasta quedar muy cerca de la puerta y poder escuchar la “conversación”.

— ¿¡Por qué Rin!? —grito Kakashi dando un fuerte golpe a la puerta— ¿¡Por qué llegaste a esto!?

— ¡No necesitas saber! —respondió Rin muy estérica.

— ¡Rin, soy tu esposo!

— Ahora sí no —Rin rió.— ¿¡Dónde estaba yo cuando se trataba de la fiesta de nuestro hijo!? ¿¡Quiere que te recuerde lo que hiciste!?

— ¡Lo hice porque mi hijo pidió que lo invitará! ¿¡Hay algo malo en eso!?

— ¡Ni siquiera me consultaste, solo lo hiciste y ya! ¿¡Qué yo no soy nada en la vida de Naruto!?

— ¡Lo eres, pero supongo que yo no existo en tu vida!

— ¡Existe Kakashi, pero tú no me tomas en cuenta!

— Si existo —Kakashi suspiro— ¡Dime, por qué! ¡Te perdoné la primera infidelidad y te di una segunda oportunidad, pero que fue lo que hiciste! ¡Fuiste a revolcarte otra vez con esa persona!

— ¿Sabes por qué lo hice? ¡Porque tuve el descaro de engañarte! —Rin sonrió.— Porque estaba cansada. ¡Cansada de ese niño que ni siquiera es mi propio hijo!

— ¡Cállate, Rin!

— ¡El niño es un problema en nuestro matrimonio! ¡Él no es mi hijo y tengo que aguantar todos sus berrinches!

¿Mamá? | KakairuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora