Cliche.

Capítulo 8

Se actualizó el 08/03/2022 a las 17:19 Hora Paraguaya 

El primer día de clases llego a su fin, sorpresas hubo, Slytherin estaban en la cabeza este año por un pequeño margen de puntos sobre Ravenclaw, la casa de la serpiente obtuvo un total de 5.675 puntos, contra los 5.650 puntos de las águilas. 25 puntos de diferencia, que a fin de año, podría darte el puesto como la mejor casa de Hogwarts, que en los últimos dos años pertenecieron a Ravenclaw. Junto a la copa de Quidditch, dado que ellos sí contaban con sus mejores jugadores, ya que ninguno tenía problema con sus notas.

Si se hacía un cálculo aproximado, de cuantos puntos una casa podía ganar en un solo día, el punto fue de 7.500 puntos, conseguidos por Ravenclaw el cual sigue siendo el récord de puntos obtenidos en un solo día. Slytherin tenía el puesto de casa que más puntos obtuvo en una semana, y Hufflepuff el que más punto obtuvo en un mes.

Demostró que las cosas estaban parejas, tres de las cuatro casas, se esforzaban al máximo, pero como había pico de puntos otorgados, había picos de puntos quitados. Y Gryffindor se llegaba el premio mayor, lo que parecía un año nuevo, donde los leones iban a ponerse las pilas para quitar su actual mala fama, se fue a la mierda por un niño.

Severus Snape es un profesor que siempre va a estar a favor de su casa, pero eso no significaba que no iba a restar puntos a su casa, obviamente no iba a quitar tantos puntos, pero si era algo que a la larga podría perjudicar. Es por eso que ningún alumno, deseaba darle motivos para que el profesor les reste puntos.

Una clase de dos horas, el profesor Snape disfruto, gozo y cualquier palabra que pueda definir la felicidad que adquirió a restarle 395 puntos a Gryffindor en su primer día, era difícil de explicar. La víctima fue Ronald Weasley, que tuvo suerte de no obtener una detención, Severus era el profesor que menos detenciones daba, porque le encantaba restar puntos. Era un Slytherin, sabía que hay un tope de detenciones para ser expulsados.

Si el chico era expulsado, no iba a poder restarles más puntos a la casi rival, a un Slytherin no le importaba cómo ganar, no era un Gryffindor que deseaba que todo sea justo, era algo que diferenciaba a ambas casas. Eran polos opuestos, Minerva McGonagall no iba a mandar a detenciones a los alumnos, incluso si es de su propia casa, Severus Snape no lo iba a hacer, sino más bien explotar la debilidad de su enemigo.

Gryffindor en total, obtuvo 5.555 puntos, en el día, porque si, Hogwarts implementó este pequeño método, para que todos los alumnos cuántos puntos obtuvieron y cuantos puntos perdieron. De esos 5.555 puntos que ganó Gryffindor en un día, con esfuerzo, terminaron con tal solo 3.675 puntos, principalmente por culpa de Ronald Weasley que tuvo la modesta cantidad de 590 puntos perdidos en todo el día.

Quitando a la clase de pociones de lado, donde fue donde más puntos el pelirrojo perdió puntos, el chico perdió puntos en todas las clases que asistió. Y no hace falta decir que los leones estaban sumamente enojados. Perdieron un total de 1.880 puntos, liderando por un amplio margen la cantidad de puntos perdidos por las otras tres casas, Slytherin perdió en un día un total de 1.250 puntos e incluso así seguía primero con sus 5.675 puntos, Ravenclaw perdió 1.150 puntos, mucho menos que Slytherin, pero aun así la cantidad de puntos que gano Slytherin le bastaron a tener esa ventaja de 25 puntos, y en tercer Hufflepuff que solamente perdió 1.050 puntos, y recolectó un total 5.620 puntos.

El margen entre Slytherin, Ravenclaw y Hufflepuff era diminuto, muy en comparación de los leones. Que perdieron cantidades inmensas de puntos, lideradas por Ronald Weasley, el alumno de primer año que si seguía así, iba a recibir el castigo que nadie deseaba en Hogwarts desde hace dos años. Andar con la ropa y piel de un troll, muy parecido a al castigo, de usar orejas de burro de los muggle, pero un poco más extremo.