Capítulo 24

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Presiento que me van a odiar.

Se actualizó el 09/04/2022 a las 19:48 Hora Paraguaya 

Toda persona en algún momento de su vida se hizo alguna pregunta existencial, Harry Potter en estos momentos estaba haciéndose una de las tantas preguntas. Por obra del destino, paso algo que no espero.

Cuando supo que iba a tener que casarse con más de una persona, no se quejó, iba a cumplir el sueño de todo hombre. Ya tenía una lista de personas, no era su culpa tener la mente de un chico de 20 años, en el cuerpo de 13 años, sin duda algo muy injusto.

Pero no espero tener a dos dementes como concubinas, gracias a un contrato matrimonial que no podía romperse, se cumplía o se cumplía, no existía un puto punto que pueda usar para librarse de este maldito contrato.

Por un lado, se encontraba Morgana, curioso nombre sabiendo que desciende de la bruja más poderosa conocida en el mundo mágico que tenía el mismo puto nombre, lo que hacía las cosas muy complicada para Harry.

Por el otro lado, Merlina, una bruja que desciende del mismo mago Merlín, el mago más poderoso conocido, tanta es su fama que incluso en el mundo muggle había historias donde el nombre de Merlín aparecía como referencia o algo de importancia.

Tú, Basura con extremidades – Merlina, miro a Harry que en todo momento quedo en silencio, no iba a meterse en las discusiones de las mujeres, no deseaba morir solo por elegir un bando - Acaso piensas que voy a permitir que tengas más de una esposa.

Por si no lo viste, estamos obligados... - Morgana miro con asco a Merlina, que tampoco se quedó atrás, se odiaban y apenas era la primera vez que se veían, eso hizo pensar a Harry lo que iban a hacer en la cama – Puedes dejar de pensar en ese tipo de cosas... Escoria humana.

Harry miro a Morgana, acaso ella podía sentir sus pensamientos, eso era sin duda alguna muy interesante. Por lo que como una persona coherente, necesitaba explorar esa habilidad, obviamente todo con fines investigativos.

Y Harry comenzó a pensar en miles de obscenidades, que solamente enojaban a la niña de pelo blanco que miraba de muy mala manera a Harry, que tenía una sonrisa en su rostro. Merlina no tuvo que tener esa estúpida habilidad, para notar lo que Harry estaba haciendo, se notaba en su cara, que era una basura pervertida.

Como el manto Pendragon término en alguien como tú – Morgana estaba furiosa, creyó que el Lord Pendragon iba a ser alguien con dos neuronas en su cabeza, y no un ser que solamente pensaba en obscenidades – Desde que pise este lugar solo quiero castrarte.

No me creerías si te lo dijera – Con los años de experiencias, que tenía Harry, noto que ambas estaban sosteniendo su varita, las dos deseaban ponerlo a prueba, algo inteligente desde su punto de vista – Pero podemos decir que fue... Magia.

Ya, me tienes harta – Morgana le lanzó un hechizo a Harry, que desapareció del lugar en donde se encontraba, y ahora se encontraba detrás de la peliblanca, tocándole la nuca con su varita - Aparición... es lo mínimo que esperaba de ti.

Viniendo, de alguien que es una Legeremante natural, eso es un gran elogio – Harry caminó nuevamente hacia su asiento, ante la mirada de Merlina que no hizo ningún solo movimiento, solo se quedó observando – No eres a la primera legeremante que me enfrento... Uno ya está muerto... solo me falta otro.

Y usas, esas imágenes pervertidas como escudos...- Merlina también intento entrar en su mente, y lo que encontró no fue de su agrado, pero a diferencia de Morgana que perdió la compostura, ella bueno, se mantuvo tranquila – Que repugnante.

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