Cliche.

Capítulo 29

Se actualizó el 10/05/2022 a las 19:55 Hora Paraguaya 

El ser un héroe tenía sus ventajas y desventaja como todo, una de las desventajas es que eras una figura pública y todo lo que hacía, aparecía en la portada de un diario, otra desventaja es tener un maniático queriéndote muerto todos los años.

Pero estaban las ventajas, la mitad de las brujas y especialmente las chicas que estaban pasando por la adolescencia, deseaban una parte de ti, y una persona como Harry Potter que era consciente de su fama.

Y como una persona honesta, abusar de ese poder sería un gran error, pero ya tuvo una vida donde estuvo al margen de la ley, y nunca hizo nada con su fama. Ahora estaba en otra vida, y hacer la misma cosa.

Sería un pecado.

Pero ahora mismo tenía un enorme problema, Harry estaba en su cama, muy cómodo si tenía que decirlo, el problema es que no estaba solo, a su lado izquierdo podía ver una cabellera rubia y a la derecha una cabellera castaña de pelo tupido que él reconocía perfectamente.

Pero no era todo, encima de él, muy cerca de su ombligo, una chica de cabello, corto, se encontraba durmiendo plácidamente. Tal vez Harry estaba cumpliendo el sueño de todo alumno de su edad, Pansy Parkinson, Daphne Greengrass y Hermione Granger, son consideradas la más linda de su año.

Y el tenerlas en su cama, desnudas, hacía que cierta parte de su cuerpo, comience a despertar de forma muy alarmante. Pero Harry tenía un enorme problema, no recordaba un carajo de lo que pasó.

A ver... piensa Harry... como terminamos así – Se dijo Harry a sí mismo, lo único que recordaba es que el diario, el profeta público que los Longbottom fueron curados, gracias a las investigaciones y ayuda económica de Lord Black – Estaba en el salón común... Desayunando... Leí el diario... y se suspendieron las clases.

No recordaba muy bien luego, de que Pansy lo arrastró a su habitación para bueno festejar, a ella se unieron Hermione, Tracey, Luna, Ginny y Daphne, pero tres de las seis chicas mencionadas no se encontraban en este lugar.

Cincuenta por ciento de éxito Potter...–Dijo Harry aun sin recordar nada, pero su ego necesitaba ser felicitado por lo que hizo el día de ayer, aunque como se reiteraba por décima vez, no recordaba un carajo - Estoy orgulloso de mí.

Hermione estaba pegada a él, y bueno él podía observar detalladamente el cuerpo de su mejor amiga que ahora se auto proclamaba Lady Pendragon, su leona interior estaba saliendo a la luz nuevamente. Y ni que decir de las marcas que tenía.

A su izquierda, Daphne le estaba dando la espalda, pero usaba su brazo como almohada, y eso le dio una vista de las mordidas que tenía la rubia por su espalda, bajando lentamente hacia su bien trasero, que sin duda iba a ser uno de los atributos más notorios de Daphne cuando crezca.

Luego por supuesto estaba Pansy, ella tenía varias marcas su cuello, no era su culpa, le gustaba morder, sus instintos le decían que las marqués, y dado que Pansy tenía la piel blanca como si fuera la nieve misma se notaba mucho más.

Todo esto, provocó que las ganas se note, y como era de esperar Pansy no tardó mucho en notarlo, la pelinegra abrió los ojos, y pudo ver a un Harry que estaba intentando recordar algo, por supuesto, ella sonrió astutamente. Su plan fue un excito.

Hola querido – Pansy beso el pecho de Harry, y lo miraba con una sonrisa astuta, digna de una Slytherin, que consiguió lo que deseaba – Dejó decir Harry, que debes controlar tus impulsos, no tuviste piedad en mi primera vez... No quiero imaginar lo que le harás a Luna.

Luna... Que tiene que – Se detuvo, recordó que Luna, le dio un beso, los labios de la pequeña chica, tenía un gusto, extraño, diferentes sabores, luego de eso no recordó absolutamente nada – Esa pequeña, demonio me drogo.