Cliche.

Capítulo 17

Se actualizó el 21/03/2022 a las 21:30 Hora Paraguaya 

Harry estaba contento con las inversiones que estaba haciendo, el Hotel Casino Basilisco en estos dos meses que estuvo abierto, recuperó toda la inversión que gasto. No era algo raro, en ese lugar solamente podía ingresar gente con mucho dinero. Un día en ese lugar te costaba 1.000 galeones, si usted deseaba estar lugar durante 15 días, te costaba 15.000 galeones, sin contar el casino por supuesto.

La mesa más barata del casino, estaba valorada en 2.500 galeones. Dejando a entender que solamente el nivel de personas que iba a poder venir a este lugar a poder jugar, y como lo supuso personas de todo tipo llegaron al lugar.

Fue curioso y a la vez divertido ver como ciertas personas de poder, como el ministro de magia fue al casino y en su primer día perdió un total de 10.000 galeones, y en una semana perdió 76.000 galeones, y ni que decir en un mes. Porque cuando una persona apostaba, y perdía comenzaba un círculo vicioso.

Otras de las afectadas y para placer de Harry, fue Dolores Umbridge, la mujer perdió todo. Al no entender las reglas del juego, se endeudó con el lugar, tuvo que vender su hogar, una casi similar a la de la familia Malfoy. Pero de color rosa, con tal de pagar la deuda que adquirió jugando. Cuando la vio, la quiso quemar.

Y Harry podía ver cómo las personas gastan su dinero, pero tuvo que admitir que Gilderoy Lockhart fue alguien inteligente, el hombre llego a perder 15.000 galeones en un solo mes, el sujeto sabía cuándo retirarse. Lástima que en día a día, no era de esa forma.

Luego estaba su hotel, que también aportaba una buena cantidad de inversiones, una habitación costaba 3.500 galones la noche, lo peor o lo mejor es que había personas que gastan esa cantidad. Tal vez ayudaba el hecho de que el hotel de 10 estrellas, algo que no existía en el mundo mágico, pero no le importaba.

Luego estaban Cóndor y Grizzly ambas iban perfectamente, Cóndor estaba creando una escoba usando como prototipo la saeta de fuego, que actualmente es la escoba más rápida del mundo, y una escoba para profesionales. Dentro de unos meses iba a salir a la luz la nueva escoba, el cual aún no tenía nombre.

Y Grizzly quedó a manos de Kendra que sin duda alguna estaba divirtiéndose en su nuevo trabajo, y el hecho curioso de que Remus sea su secretario, sentía un poco de pena por el hombre. La mujer le obligaba a muchas cosas, tal vez no debió contrario como el secretario de su ex.

Pero ahora debía concentrarse, en otros proyectos, su año escolar comenzaba el día de hoy, y estaba en el expreso de Hogwarts, acompañado por algunos alumnos de Slytherin de su año, que miraban a los otros estudiando. Slytherin tenía un trabajo que hacer, hacer que los mejores vayan a su casa.

Por supuesto mientras que sus compañeros de casa hacían eso, Harry estaba pensando en algo que no pudo hacer el año pasado. Molestar a Dumbledore.

El anciano siempre se mantuvo tranquilo, con una mirada de sorpresa en algunas ocasiones, pero nunca se vio enojado, y le molestaba. Porque eso significaba que él creía que aún podía tener control sobre él, entonces pensó y pensó cuál era la mejor forma de hacerlo enojar.

Y humillarlo en público siempre era la primera opción, hacerlo en privado no tenía sentido en su mente, encontraba lo divertido en eso. Para hacerlo pensó en varias cosas, cada uno más rara que la otra, y luego pensó que era mejor hacerlo todas al mismo tiempo.

Que era lo peor que puede pasar, que se gane el odio de las otras casas, ya estaba acostumbrado a eso.

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Un nuevo año comenzaba en Hogwarts, Albus Dumbledore se encontraba en su lugar, admirando lo lleno que estaba el gran salón el día de hoy. Esperando que Minerva traiga a los nuevos alumnos de Hogwarts, este era uno de sus días favorito.