Cliche.

Capítulo 18

Se actualizó el 22/03/2022 a las 18:30 Hora Paraguaya 

Las Reliquias de la Muerte son tres objetos mágicos altamente poderosos supuestamente creados por la Muerte y dados a cada uno de los tres hermanos de la familia Peverell. Todo el mundo pensaba que era solo un mito, leyendas que una familia origino para ser relevante. Porque, quién iba a creer que la muerte le dio esos objetos a tres magos.

Las reliquias consistían en la Varita de Saúco, una varita inmensamente poderosa que se consideraba imbatible, la Piedra de la Resurrección, una piedra que podía convocar a los espíritus de los muertos, y la Capa de Invisibilidad, que, como su nombre indica, hacía que el usuario fuera completamente invisible. Según la leyenda, el que poseía estos tres artefactos se convertiría en el Señor de la Muerte.

La historia de las Reliquias de la Muerte fue contada originalmente por Beedle el Bardo y posteriormente pasó de familia en familia como un cuento de hadas mágico. La mayoría de la gente creía que había cosas que Beedle había inventado para entretener a jóvenes magos y brujas.

Ahora esa leyenda se estaba haciendo realidad, Harry había invocado a las reliquias, y cualquiera iba a reírse de eso, si no fuera por un simple detalle. Las velas que flotaban en el gran salón apagaron, la luz de la luna ingresaba por la ventana del gran salón. Y la temperatura del lugar bajo.

Todos quedaron mirando a Harry, que estaba parado, la luz de la luna lo apuntaba a él para que sea el centro de atención. Y todos vieron como de su anillo salía una piedra negra que comenzó a flotar frente a Harry, para luego girar alrededor de Harry.

La piedra de la resurrección había escuchado a su amo.

Luego la puerta del gran salón se abrió, llamando la atención de todo el sitio para ver como dos objetos flotaban lentamente en dirección a Harry Potter que solamente observaba. Todos se quedaron observando ambos objetos.

La varita y la capa, se acercaban lentamente a su amo.

Por primera vez en la historia, las tres reliquias iban a tener un solo dueño, ya no iban a estar separadas, por primera vez en la historia el mundo iba a poder conocer el poder de estos tres artefactos mágicos de sumo poder.

La capa se puso detrás de su amo, y se colocó en su hombro adhiriéndose a su ropa sin la necesidad de usar algo para que esta se quede en su lugar, la piedra volvió a su lugar, adorando el anillo en el dedo meñique de Harry. Y la varita de saúco, se quedó flotando frente a Harry, esperando que este lo tomara.

Cuando Harry agarro la varita, todo el salón se iluminó, la varita había aceptado a Harry. Luego de eso nuevamente el gran salón se iluminó, las velas volvieron a encenderse, dejando ver los rostros de consternación de cada uno de los alumnos.

Asi que esa es tu verdadera forma – Hablo Harry que estaba mirando a su costado, donde el público no veía a nadie, lo que provocó que ellos se asustaran ante el hecho de que había alguien ahí, y ellos no podían verlo – Te pareces a un dementor, aunque mucho más grande.

Dumbledore se quedó mirando a Harry, lo que hizo, mejor dicho lo que acaba de hacer Harry, enfureció a director de Hogwarts, que estaba usando todo su conocimiento en las artes mentales para no explotar en estos momentos.

Durante décadas, gasto recursos para encontrar la piedra de la resurrección, y nunca pudo encontrarla. Durante años, trabajó para tener las tres reliquias bajo su poder, la varita de saúco la gano, tomo la capa de invisibilidad de los Potter, solo le faltaba una, una reliquia que nunca pudo encontrar.

Él no pudo, el mago más grande de los últimos siglos, no pudo encontrarlo. Pero un niño, un mísero niño de 12 malditos años, si pudo encontrar una reliquia, que a él, un mago años de experiencia, con un inmenso poder no pudo. Y además estaba haciendo alarde de eso, frente a todos los alumnos en su colegio.