Cliche.

Capítulo 27

Se actualizó el 22/04/2022 a las 17:23 Hora Paraguaya 

Las vacaciones terminaron y Harry Potter debía volver a Hogwarts para su tercer año, sin duda un año muy importante porque iba a encontrarse con su padrino Sirius, que escapo de Azkaban, por supuesto, con un poco de ayuda obviamente.

Su verano fue muy productivo, algunas reuniones por ahí y por allá, y por supuesto horas y horas de sexo con dos hermosas mujeres como lo eran Bellatrix Lestrange y por supuesto Narcisa Black, si en estos momentos Harry Potter amaba su nueva vida.

Pero todo cambio, y se fue literalmente a la mierda, cuando en su vagón personal, encontró a Hermione Granger discutiendo con Morgana y Merlina. Eso, sin duda alguna, mostraba que no era bueno para su salud, por lo que decidió hacer algo lo más lógico.

Una retirada estratégica.

Por supuesto, esa retirada no se pudo, efectuar, por el hecho de que las tres se dieron cuenta de que alguien abrió la puerta, por lo que Harry, como el hombre que era, uso la capa de invisibilidad. Únicamente para que comience el grito de Hermione.

Si, ella estaba enojada, pero Harry veía eso con un poco de gracia, Hermione se veía muy linda, cuando estaba en modo mandona, y el niño que vivió no descartaba en lo absoluto hacerlo enojar. Y tal vez imaginarse, como sería en la cama, sería una actitud mandona o sumida, la idea llegaba a excitarlo.

Durante un tiempo Harry estuvo caminando por el tren, con la capa de invisibilidad, esperando que las personas que tenían permiso para entrar en su vagón personal asistieran, primero vio a Pansy, no era una buena idea entrar en ese lugar, luego vio a Daphne y Tracey, todavía no era el momento de entrar. Y para completar Luna, que parecía ver a través de la capa de invisibilidad, esa niña era un demonio vestido de oveja.

Ginny y los gemelos fueron los siguientes, pero los gemelos no eran suficientes para ser utilizados como escudos humanos, por supuesto luego llegaron Draco, Blaise y Theodore, perfecto. Ya tenía a cinco personas que iba a usar como escudo humano.

Sabía que era más fuerte que las chicas, pero le encantaba molestar a las personas, y como ya no estaba Dumbledore para molestar, tenía que tener otra víctima y esa es Hermione Granger, obviamente él esperaba tener un final, con resultados sexuales.

Cuando nuevamente ingresó a su vagón personal, todos estaban en sus respectivos lugares, Draco y Blaise jugando una partida de ajedrez, estaban en un punto donde él podía atraerlos tranquilamente para recibir algún hechizo.

Nott estaba leyendo un libro, sin importarle mucho lo que pasaba a su alrededor, los gemelos estaban bueno trabajando seguramente en otro de sus inventos, en el vagón tenían un lugar para que ellos hagan lo que quieran.

Las chicas bueno, ellas estaban ahí mirándolo, Luna tenía esa sonrisa inocente, mientras parecía mirar a la nada, lo que por supuesto hacía aparentar que ella no estaba bien de su cabeza, pero todo era una farsa, Harry podía ver en esa sonrisa "Vas a morir".

Daphne, como toda una Slytherin analizando a la competencia, por lo que ella no estaba muy pendiente de su presencia por el momento, esa chica no paraba de pensar y crear planes para tener todo bajo su control. Muy ambiciosa.

Pansy y Tracey, por supuesto que ya estaban preparadas para difundir el chisme, estaba seguro de que una vez que ambas chicas salieran del lugar, ya todo el colegio iba a saber lo de sus respectivos compromisos.

Bueno, tampoco le importaba, que era lo que iban a decir, que era una criatura sedienta de lujuria que únicamente pensaba en satisfacer sus deseos más impuros, obligando a niñas inocentes a bueno, complacerlo sin importar el lugar o el momento.