Cap 6

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-Ohh king todo poderoso, ¡Aparece!-

No pasó nada, me sentía una completa loca en ese momento.

-¿Dónde está?-

Solo miraba a los lados igual que boscha buscando algún rastro de él, pero un sonido proveniente del baño llamo nuestra atención.

-¿Quién le jaló a la palanca?-

Boscha solo se encogió de hombros, ambas nos levantamos del sofá para ir al baño; estando a centímetros de la perilla de la puerta, está fue abierta mostrando a ese aborto de Pokémon flotando.

-Ufff que alivio.-

-¡¿Usaste mi baño?!-

-Si. Será mejor que no entres en un par de horas.-

Ignorando sus palabras entré al baño, mala idea.

-¡Maldita sea! ¡¿Acaso comes basura o qué?!-

-¿Te quieres morir?-

-Bueno, ya, ya.-

-Y, ¿Para qué me llamaron?-

-Ah, si. Tenemos una duda.-

-¿Cuál es?-

-¿Por qué tiene que embarazar a un menor?-

Preguntó boscha antes que yo.

-Ah. El nuevo gobernante.-

-¿Nuevo gobernante?-
(Los diálogos escritos en esta posición significa que dos o más personas hablan al mismo tiempo)

-Así es, par de idiotas. Se necesita a una pequeña con alma pura para fecundar al nuevo gobernante del reino de los demonios. ... Estúpidas.-

-Haaa... Si no fuera porque estoy bajo amenaza de morir, te mató con mis propias manos.-

-Ni modo, estúpida. Bueno, si no hay más preguntas me voy. Bye, pendejas.-

Y así desapareció el feto de Pokémon dejando una llamarada en su lugar que en segundos se extinguió.

-¡Maldito hijo de tu–

-¡Luz!-

-Ahg, carajo.-

-Entonces... Serás el... ¿Padre? Del nuevo gobernante de los demonios.-

-Así parece...-

(•••)

Los demás días transcurrieron con normalidad, bueno, no completamente normales ya que en ocasiones boscha me tentaba a  tener relaciones con ella, pero está vez cuidándonos. En fin. Llegó el sábado, el día que vería a esa niña; boscha en un principio mostró celos que después se le pasaron por el cansancio que se acumuló en su cuerpo luego de dos horas de acción.

(•••)

Llegué al lugar, estaba nerviosa la verdad, y ahí estaba: apoyada contra el árbol, usando un vestido negro y mayas magenta, mirando su teléfono al mismo tiempo que daba un paso hacia ella.

Ahora tengo ...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora