Jinsoul salió de lugar con una sonrisa, no soportaba estar encerrada con gente que no la soportaba, con un uniforme naranjo cómodo, pero chillón. La cárcel no estaba hecha para gente como ella (o eso pensaba ella), aun no sabia que era lo que había hecho mal y porque muchas mujeres la odiaban, pero ahora que estaba afuera de ahí, seguiría su vida y haría lo posible para no volver.
Solo camino una cuadra y se sentó en un parque mientras jugaba con dibujar un pez en cada asiento y juegos de ahí. Solo tenia trece años y antes de cumplir solo dos años en prisión por matar a un chico de su edad solo por curiosidad, antes de eso, su vida era un infierno ante los ojos de otras personas, pero para ella solo era su vida.
A la edad de trece años por primera vez se estaba comportando como una niña que dibuja algo lindo que vio tatuado en una de sus compañeras de habitacion que la odiaba.
Para los ojos del resto del mundo, Jinsoul era el demonio en persona.
Pero ellos no conocían a su madre.
-mamá, déjame salir—gritó tan fuerte la pequeña Jinsoul de ocho años que su garganta comenzó a quemar, pero no le importaba, ella queria salir de esa habitacion—déjame salir, mamá—la mayor agarró sus cosas y salió de su casa.
Jinsoul cerró los ojos con fuerza cuando su garganta ya no le permitía hablar ni sus brazos, seguir golpeando la puerta. No queria ver aquellas cosas pegadas en la pared y mas si esas cosas la miraban así que solo evitó mirarlas y se concentro en cantar una hermosa canción de cuna que una vez escuchó cuando iba camino al parque del lugar.
Su madre, Jinsoul siempre la a querido, aunque la haya encerrado cada vez que salía una cita con la excusa que había hecho algo mal, aunque mas de una vez se le olvido que estaba ahí y mas de una vez la a golpeado de tal manera que Jinsoul no se podía mover. El cariño de Jinsoul a su madre le prohibía querer escapar, ir a pedir ayuda o querer alejarse de ella. Jinsoul pensaban que tenían poco tiempo juntas que en esos momentos no debía de escapar, solo disfrutar.
Y no se imaginan como disfruto aquella vez que su madre se quedo en cama por más de un día.
-te quiero—susurró Jinsoul mientras abrazaba el cuerpo frio de su madre—gracias por quedarte acá para mi cumpleaños—le dio un beso en la mejilla y cerro los ojos para dormir a su lado por primera vez desde que tiene memoria.
Pero no mal interpreten a Jinsoul, en ese tiempo ella era incapaz de hacerle daño a alguien y menos a su madre que tanto ama. La razón de su muerte siempre fue un misterio para Jinsoul ya que nunca vio sangre ni gritos como el de sus futuras víctimas, su muerte fue silenciosa.
- ¿mamá? —vio como la mayor un día sin explicación le abrió la puerta de la habitacion de castigos estando de día y la mayor completamente sobria.
-me siento mal, hazme una sopa—dijo mientras iba caminando a su cómoda cama.
-eso haré—respondió con una sonrisa la menor y salió corriendo hacia la cocina, nunca había cocinado, ella sobrevivía de las sobras de su madre, pero al llegar, agarro una olla, le echó agua, harta sal y otros condimentos que no conocía, le echó todo lo que vio una salchicha, un huevo, fideos, mayonesa y un poco de un líquido azul que olía bastante bien. Al terminar lo calentó un poco en el microondas y lo sirvió en un plato hondo.
-esta asquerosa—ni siquiera tenía fuerzas para enojarse.
-sopa a lo Jinsoul—dijo orgullosa la menor--¿quieres un abrazo? —su madre no respondió, pero seguía respirando.
La menor se subió a la cama y se acostó a su lado. El cuerpo estaba frio y sudaba, pero Jinsoul no se dio cuenta, era la primera vez que abrazaba a alguien desde que tiene memoria. Su madre se dio vuelta y la abrazo, sabia que necesitaba calor y su hija era la única a su lado que podía ayudarla.
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Not friend [Loona| Artms| Loossemble]
Hayran Kurgu4 Chicas harán todo lo posible para matar a otras 4 chicas pero una de ellas hará lo posible para proteger a sus hermanas