Cap. 25 Cabaña.

144 12 26
                                    


(NARRADOR)

Loki paseaba su mente sobre Dahlia, imaginando una vida a su lado, amando la idea de que ahora era su esposa, pero, mientras Loki soñaba con planes agradables Dahlia se encontraba dormida y con otro tipo de sueños.

Sombras, penumbra y gritos recorrían su sueño, en cada uno de ellos solo podía ver escenas desgarradoras y perturbantes, podía ver cosas que la aterraba tanto y que la hacían sentir tan mal que terminó por saltar de golpe de su cama, intentando controlar su respiración.

- Dahlia. - Dijo Loki sentándose a su lado, Dahlia volteo un poco, su rostro demostraba todo el terror en sus facciones.

- Loki. – Dijo tratando de despertar por completo. – Lo siento solo tuve un sueño. – Loki trató de quitarle un par de mechones de su frente, pero al hacerlo notó un calor corporal bastante alto.

- Estás ardiendo. – Dijo preocupado, pero Dahlia no reaccionaba, así que se levantó de la cama y la tomó entre sus brazos.

- Loki ¿Qué haces?

- Cuidar de ti. – Entraron al baño dejando a Dahlia sentada mientras llenaba la tina.

- ¿En serio qué haces?

- Tengo que bajar tu temperatura. - Dijo y salió del baño, tomó el teléfono y regresó, dejando igual de confundida a Dahlia. - ¿A quién podría hablarle para que te revisara?

- Estoy bien, no tengo nada. - Dijo cerrando la llave.

- No lo estás y no es normal, tu nunca te enfermas.

- No estoy enferma. - Dijo saliendo del baño con Loki detrás de ella.

- Entonces necesito saber porque de pronto tu temperatura sube a un nivel que no debería ser normal.

- Lo es. - Loki estaba molesto por la manera en que Dahlia evadía sus preguntas, ella suspiró rendida. - Sé que no me dejaras en paz con el tema, pero no puedo explicarte sin que te molestes.

- Ya estoy molesto porque no me dices ¿Acaso no puedes explicarme?

- Prométeme que no harás ninguna locura. – Loki asintió. – Les hice creer a todos que la gema estaba en otra parte, pero aún sigue conmigo.

- ¿Te refieres a dentro de ti? - Dahlia asintió y Loki se quedó petrificado. - ¿Por qué hiciste eso? Se supone que se quedaría con el coleccionista.

- Se supone que nadie lo sabría, eso solo es una trampa.

- Dahlia no puedes llevar contigo el éter, podría matarte.

- No lo hará.

- Eso no lo sabes.

- Si lo sé, porque se supone que solo yo podía sacarla de su escondite.

- No te entiendo. - Dahlia suspiro.

- Cuando era una niña A'Lars me llevó a esconder la gema, de esta manera se aseguraría que solo yo podría tenerla.

- Aun así, no quiere decir que con eso puedas soportar su poder.

- Si fuera a hacerme daño ya lo hubiera hecho, además, mi cuerpo es bastante resistente, claro que puedo con ella. – Contestó molesta y eso hizo enfurecer aún más a Loki.

- Te vas a deshacer del éter ahora mismo, no voy a permitir que te haga más daño.

- No Loki, la gema se quedará conmigo y hasta que no encuentre un verdadero lugar adecuado seguirá dentro de mí.

MidgardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora