Cap. 13 - Una escapadita a Forks

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Había momentos en los que salirse de lo pautado era bueno, pero estaba segura de que lo que tenía pensado hacer no terminaría bien para mí. ¿Por qué Sam se enfadaría? Lo tenía claro, era lo más obvio, pero me daba igual.

Bien, os comento. Las cosas habían estado mejorando, mi hermano había levantado mi prohibición de ir al bosque en mi forma lobuna, pero con una estúpida condición: nunca sola.

Además, no me dejaba formar parte de la protección de Bella, “por si decides conversar con un chupasangre” como me dijo cuando le pregunté. No lo dijo exactamente así, pero esa era la esencia de su monólogo de más de 5 minutos del porqué, y estoy segura de que habrían sido más si no le hubiera interrumpido.

¿Qué habría puesto la oreja en mi intercambio de palabras con Bella en la hoguera? No tenía ninguna duda, pero como ya había dicho me daba igual.

–¡¡Mamii, estoy en casa!! – Grité cuando llegué del instituto, deseando no obtener respuesta.

Sonreí contenta al saber que no estaba, tras no solo no obtener respuesta, también al poner la oreja para asegurarme de no escucharla moverse en su habitación. Estaba sola, justo lo que necesitaba.

Fui a mi cuarto con rapidez para dejar la mochila y volví hasta la entrada de la casa, era ahora o nunca.

Al llegar al garaje y ver mi moto luciendo como nueva, sonreí más si era posible. Sabía que Jacob se había llevado una reprimenda tanto por parte de Sam como de mi madre, pero ahora ya estaba arreglada.

–Tal vez no sea buena idea. – Murmuré sin moverme de la entrada del garaje. – O sí lo es. Sí, es una buena idea.

No me pillarían, tenía dos horas hasta que tuviera que ir a casa de mi hermano para hacer la ronda. Dos horas en la que se suponía que merendaría y haría los deberes, pero ¡bah! Era viernes, tenía el resto del fin de semana para hacerlos. Lo que quería hacer era más importante.

–Te echaba de menos, bonita mía. – Le dije a mi moto tras subirme, acariciándola como si de un animal se tratara. – Vamos a dar una vuelta.

Quité el caballete que la sujetaba de pie, sacándola fuera sin arrancar todavía. Cuando estuve en el camino, la puse en marcha, maldiciendo por el sonido que hizo. Tendría que acelerar para no ser vista por algún lobo gigante.

Así que a gran velocidad tomé el camino para ir a Forks.

No tenía un plan concreto, solo tenía que encontrarme con algún Cullen. ¿Tal vez si iba a casa de Bella? Sí, puede que su novio sanguijuela estuviera allí.

Cantando en voz alta durante el trayecto hasta llegar a Forks, tuve que detenerme al darme cuenta de que había un pequeño problemita: no sabía como ir hasta casa de Bella. Conocía el trayecto a través del bosque gracias a la conexión con la manada, pero yendo como una persona normal no tenía ni idea.

¡Claro, su padre!” Exclamé mentalmente al ver la señal, una manzana más adelante, de hacia donde estaba la comisaría.

–Mira por donde se equivocaban todos, mi primera vez en la comisaría no será por provocar un accidente. – Comenté a la nada tras parar en el pequeño aparcamiento.

Bajé de la motocicleta y caminé tranquilamente hacia la entrada del edificio. Al entrar lo primero que vi fue a dos policías hablando, y por suerte uno era el jefe Swan.

–¡Hola, jefe Swan! – Exclamé sonriente, haciendo que ambos hombres me miraran.

–¿Alana? – Preguntó Charlie Swan, antes de disculparse con el otro policía para caminar hasta mí. – ¿Qué haces por aquí?

Not only the alpha's little sister (Jasper Hale)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora