Cap. 04 - Tienen suerte de que esté hambrienta

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Sam no te obligará a cortarte el pelo.

¿Leah?” Pregunté sorprendida, deteniendo mi carrera.

Sí.” Respondió Leah. “Acabo de cruzarme con Jared y me ha contado que has entrado en fase. Así que pensé que una presencia femenina te ayudaría.

Gracias, Leah.

Dame un minuto y llego hasta donde estás.” Me dijo y ese minuto exacto que tardó, me sirvió para pensar en el tema del corte de pelo. Recordaba el cabello que habían tenido todos antes de entrar en fase, la mayoría se lo habían cortado.

¿De verdad crees que Sam no me obligará?” Pregunté dudosa.

Leah apareció frente a mí, era una loba gris que me igualaba en tamaño.

Por como te ves ahora, no creo que sea siquiera necesario.” Respondió tras analizarme. “Tal vez unos centímetros suficiente.

No pienso cortarme nada, Leah Clearwater.” Dije rápidamente, haciendo reír a Leah, algo que hacía mucho no pasaba.

Bien, será mejor que vayamos con los demás. Jared debe haber avisado de que cambiaría, porque sino Sam ya estaría aquí también.” Leah me hizo una señal para que me diera la vuelta y ambas empezamos a correr por donde yo había venido. “Aunque con lo protector que es contigo, ahora lo será más y no tardará en salir a buscarte si no regresas ya.

¡Oh, una cosa! Llevaba ropa tuya cuando me he enfadado por lo de cortarme el pelo.

Tengo más ropa escondida por el bosque, no te preocupes.” Le restó importancia.

¿Tendré que guardar ropa mía por todo el bosque también?” Pregunté intrigada.

Sí, lo mejor es que te dejes algo de ropa escondida en algunos lugares específicos, como cerca del instituto o de tu casa. Pero mira.” Se adelantó un poco y me mostró un pequeño bultito en su pata trasera, era ropa. “Antes de entrar en fase, intenta ir a un lugar sola y quitarte la ropa para atártela. Así no tendrás que estar siempre pendiente de donde la tienes escondida.

Bien, eso está bien. ¡Oye! ¿Tú también tienes hambre?

Mi cambio repentino de tema la hizo reír de nuevo, hasta que vimos a Sam esperando contra un árbol antes de llegar a su casa. Leah se apartó de mi lado y cambió tras el árbol más cercano para vestirse. Después de eso, caminó y pasó por el lado de Sam sin mirarle siquiera.

Leah había sido rápida, porque apenas tuve un atisbo de su dolor antes de que cambiara. Ella seguía sufriendo por su corazón roto.

–Leah.

–Sam.

Sam suspiró ante el tono cortante de la chica, antes de centrarse en mí. Señaló detrás de un tronco y fui a mirar, me había dejado ropa nueva.

–Es de Emily, ha dicho que te la regala.

Asentí agradecida antes de que se diera la vuelta para que cambiara. Esa chica era un cielo, solo esperaba no volver a transformarme de repente y destrozar esta ropa, era bonita y me quedaba bien.

–¿Tienes hambre? – Me preguntó cuando llegué a su lado.

–Sí, mucha. – Dije intentando no parecer asombrada, era como si me leyera la mente.

–He llamado a mamá. – Le miré completamente sorprendida, ¿¡se lo había contado a mamá!? – Le he dicho que te quedarás un par de días conmigo, para arreglar las cosas y volver a ser el hermano mayor que te mereces. Ella ha de seguir al margen de esto, pero creo que las cosas serán mejor para ti si dejo de evitarla a ella también.

Asentí contenta, incluso emocionada por ello, sin saber que decir por lo que me lancé sobre él para abrazarle con fuerza.

A mamá le vendría bien tener de nuevo contacto con su hijo mayor, había sufrido mucho con su lejanía.

–Y creo que te alegrará también saber que Jared se lo ha contado todo a Kim, así que no tendrás que alejarte de ella como temías.

–Menos mal. – Suspiré agradecida de ello, todavía abrazándole. – Kim es mi mejor amiga, nunca nos hemos ocultado nada.

Nos separamos, rompiendo el abrazo y vi una pequeña sonrisa en el rostro de mi hermano.

–Mañana no podré ir al instituto, ¿verdad? – Le pregunté mientras caminábamos hacia la casa.

–No, primero tienes que controlar tus entradas en fase y aún hay cosas que no te he explicado. – Respondió. – Iré a buscarte ropa a casa, mamá ha dicho que te preparará una pequeña maleta, le diré cuando vaya que vuelves a tener fiebre y que te has quedado en cama a descansar. Así aprovecho que ella me lo ha dicho antes y seguro que llamará para avisar al instituto.

–Vale, y ¿qué haremos entonces?

–Te mostraré donde está el límite de nuestro territorio, y donde empieza el de los Cullen.

Entramos en la casa y él fue a darle un beso a Emily, que estaba en la cocina, mientras que yo me senté entre Quil y Leah. Estiré un brazo rápidamente para tomar una alita de pollo, sin prestar atención a nada más que al hambre que tenía.

–Alana, oye, lo...

–Shhhh. – Callé a Paul colocando la alita sobre mi boca como si fuera mi dedo haciendo el gesto de que guardara silencio. – Primero dejame comer, porque sino soy capaz de saltar sobre ti y darte unos buenos golpes por amenazar mi precioso cabello.

–Yo solo...

–¡Paul, cállate! – Le dijeron algunos de los demás y sonreí contenta antes de dar el primer mordisco a mi comida.

✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨

No uno, ni dos, sino tres nuevos capítulos de golpe. Creo que me estoy emocionando mucho escribiendo esta historia, me encanta Alana y espero que la améis casi tanto como yo. ¡Os aseguro que os hará reír mucho! (aunque ya lo está haciendo, estoy segura xD)

¡¡Espero que os estén gustando estos primero capítulos de su historia!! ❤️❤️

Not only the alpha's little sister (Jasper Hale)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora