Cap. 02 - Tengo a mi hermano dentro de mi cabeza

5.9K 526 44
                                    

Me detuve abruptamente al escuchar la orden de mi hermano Sam en mi cabeza.

Sam, ¿qué está pasando?” Pregunté asustada, volviendo a mirar mis cuatro patas, ¡cuatro patas peludas de perro!

No te muevas de ahí, Alana, voy hacia ti.” Dijo Sam completamente serio.

Era demasiado él como para ser un producto de mi imaginación, así que no me había vuelto loca, de verdad le podía escuchar en mi cabeza. ¿Cómo podía escucharle en mi cabeza? ¿Y a Jared? ¿Y al otro chico?

Al menos ya no piensa que está loca.” Suspiró Jared.

Si, puede que no esté en coma o algo así, pero entonces ¿porqué te escucho todavía y no estás hablando con Kim? ¡En como le haya dado un ataque o algo por mi culpa, te mato Jared Cameron!

¿¡Crees que le ha podido pasar algo a mi Kim!?” Exclamó asustado Jared y le vi correr preocupado, para después dejar de sentirlo en mi cabeza.

Al menos ahora sé que se preocupa por ella de verdad.” Comenté contenta de saber que no quería hacerle daño alguno a mi mejor amiga.

Sí, ya te contaré porqué, Alana.” Habló Sam. “Tendré que contarte las cosas poco a poco para que no te vuelvas loca de verdad, te conozco demasiado bien y sé como te vas a tomar todo esto.

¿¡Qué me conoces bien!? ¡Si hace siglos que me evitas y no hablas conmigo!

Lo sé, pero eso no significa que haya dejado de ser tu hermano. Te he seguido protegiendo de todo, Alana.

Bufé molesta ante lo que había dicho, si dejarnos a mamá y a mí solas significaba que nos estaba protegiendo...

¿Recuerdas las leyendas de la tribu?” Cambió de tema Sam. “Esas que tanto te gustaban de niña y que deseabas que fuera cierto eso de que descendíamos de los lobos.

Sí, ¿pero que...?

Me quedé completamente quieta, alerta y en silencio cuando noté que algo estaba cerca de mí. Y entonces apareció en mi campo visual. Abrí los ojos asombrada al ver a ese gran lobo negro, que de seguro con un simple zarpazo podría acabar conmigo.

Bienvenida a la manada, Alana.” Dijo Sam, y supe que él era quien estaba delante de mí.

Pero no fue eso lo que más me sorprendió, fue ver lo que estaba viendo.

Una loba casi tan negra como él, con el lomo y alrededor del hocico de un marrón claro. Parecía fuerte y poderosa, pero sin dar miedo. También era más pequeña que el otro lobo.

Si tú eres el gran lobo negro, y me estás mirando... ¡¡Ayy, maldita sea, también soy un lobo!!

....

Sam demostró tener mucha paciencia conmigo, más de la que yo misma habría tenido incluso.

Caminábamos por el bosque mientras él me iba explicando las cosas, y sí, saber que éramos lobos y que también existían los vampiros estaba haciendo que mi imaginación se desatara. Si existían los vampiros y los hombres lobo...

Dejemos esto por un momento. Ahora que ya pareces estar más tranquila y entender lo que eres, podrás volver a tu forma humana.

Escuchas todo lo que pienso, ¿verdad?” Le pregunté cuando nos detuvimos en un pequeño claro. “Bueno, supongo que sí porque estamos hablando por telepatía lobuna.

Lamentablemente, sí.” Le escuché con pesar, como si no quisiera que fuera así. “Estás peor de lo que pensaba, hermanita. Con eso lo digo todo.

¿Por qué? Por pensar que si soy una mujer lobo, y también existen los vampiros, ¿puede que también existan Hogwarts y los magos?” Pregunté como si nada, no veía fallos en mi lógica.

No estabas diciendo eso exactamente, sino que si podrías conseguir un escarbuto para desenterrar tesoros en la playa.

Escarbato.” Le corregí. “¡Y sería lo más tener uno como mascota!

Sí, sin duda es mejor que cambiemos ya.

Sam Uley, ¿acabas de ponerme los ojos en blanco?” Dije mirándolo parado frente a mí.

Si no quieres traumatizarte, mejor cierra los ojos un momento.” Dijo ignorando mi pregunta antes de cambiar frente a mí.

¡¡Sam!!” Exclamé asqueada cerrando los ojos, un segundo más y habría visto a mi hermano desnudo. No es que de pequeños no nos hubiéramos visto alguna vez, pero no era lo mismo ni de coña.

–Ya puedes abrir los ojos, Alana. – Dijo Sam sonando divertido.

Abrí los ojos viendo una de mis patas negras delante de mis ojos, al parecer me había cubierto con ella los ojos y eso era lo que divertía a mi hermano mayor.

–Venga, cachorrita, ahora te toca a ti.

Gruñí ante como me había llamado, pero después abrí los ojos, mirando alrededor. ¿Quería que intentara volver a mi cuerpo aquí? ¿Delante de él como había hecho él? ¿Y estar desnuda? No, eso no iba a pasar mientras mi cabeza tuviera una neurona cuerda.

Sam soltó un suspiro, mientras se sujetaba el puente de la nariz con dos dedos.

–Bien, vale. – Sam se separó y por un segundo pensé que me iba a dejar ahí tirada, pero se agachó a los pies de un árbol y se levantó con un par de piezas de ropa. – Esto es de Leah, pero creo que te vendrá bien.

Lo dejó enfrente de mí, para después darse la vuelta. Suspiré agradecida antes de concentrarme e intentar volver a caminar sobre dos piernas.

Nada, ¿debía de dejar de pensar en que alguien más me estaba mirando? Sí, sería eso lo que me estaba bloqueando.

Pero al menos estaba segura de que no había ningún lobo más, si eso de la privacidad mental desaparecida era cierto, los escucharía en mi cabeza. ¡En como alguno de esos chicos después comentara algo de mi vida a los cuatro vientos, los mataría!

–Alana, no tenemos todo el día. – Dijo sin moverse.

¿Dónde está tu paciencia ahora, ohh gran alfa?” Le pregunté divertida de verle perderla. “Menos mal que no me puede escuchar ahora, solo faltaría que le diera más motivos para no querer que forme parte de todo esto.

Cerré los ojos, concentrándome y sentí como el calor me recorría todo el cuerpo. Al abrir los ojos, volvía a ser yo, así que me vestí rápidamente con la camiseta y los shorts de Leah.

–Bien, ya estoy, señor impaciente. – Dije colocándome como si fuera un soldado frente a su general cuando Sam se dio la vuelta. – ¿Ahora que?

–Vamos a mi casa, te presentaré a los demás.

Not only the alpha's little sister (Jasper Hale)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora