Cap. 15 - El aroma embriagador que no dejaré escapar

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–Estaba pensando...

–¡No! – Exclamaron Embry y Quil interrumpiéndome.

–¡Venga, si no sabéis lo que iba a decir! – Dije gesticulando con las manos.

Estábamos dando una vuelta por la Reserva, haciendo tiempo hasta la hora en la que nos teníamos que reunir toda la manada en casa de Sam para ir al encuentro con nuestros posibles vampi-amigos. Sabía que esta colaboración temporal no significaría que la manada se llevaría bien con los Cullen, pero ¡oye, soñar es gratis! Si a mí me caían bien June y Alice, no veía porqué no me podrían caer bien los demás, por consiguiente podría ser que el resto de la manada los viera como personas y no solo monstruos.

–¿Tiene que ver con el entrenamiento con los Cullen? – Me preguntó Quil y asentí con una gran sonrisa. – Entonces no. – Mi sonrisa perdió fuerza hasta que la convertí en un puchero adorable, aunque fuera yo quien lo dijera. – No nos mires así, Alana.

–Este acuerdo temporal entre los Cullen y nuestra manada es importante por la protección de la gente. – Habló Embry. – Intenta no hacer algo que pueda enfadar a Sam, ¿vale?

–Solo estaba pensando que...

–Alana. – Me advirtieron a la vez, haciendo que me cruzara de brazos y siguiera caminando.

–Vamos a ver como los Cullen entrenan y nada más, ¿verdad? – Hablé tras un minuto exacto, lo conté.

–No va a parar hasta que lo diga, la conozco. – Le susurró Quil a Embry, decidí no recordarle que podía escucharle perfectamente.

Se podría decir que la amistad que empezó por culpa de que los demás ya se habían transformado en lobos seguía en pie. Quil era un chico divertido y amable, solía hacerme disfrutar de las rondas en el bosque ya que con todo el tema de las prohibiciones de Sam, había días en los que no disfrutaba, sobre todo si discutía con mi hermano antes de adentrarme en el bosque. Quil me hacía olvidar a base de hacerme reír con cosas que había escuchado en la mente de los demás, pero no era el único que se había ofrecido a acompañarme también estaba Leah. La Clearwater al principio era un gran apoyo, hasta que pasamos a despotricar contra Sam.

El odio no es bueno, incluso si quisiera sé que no podría odiar a Sam, aunque ayer le soltara que lo haría. Después de todo, Sam es mi hermano mayor y no puedo simplemente centrarme en las cosas malas por encima de las cosas buenas.

Además, si te nublas con el odio, significa que estás viviendo en tu pasado y no disfrutarás de tu presente.

–Bien, ¿qué estabas pensando, Alana? – Suspiró Embry negando con la cabeza.

–La verdad es que me he olvidado. – Murmuré haciendo que ambos soltaran un pequeño quejido que me hizo reír. – ¡Es broma! Lo que estaba pensando es que este acuerdo temporal es un gran paso, aunque de no ser porque fuisteis a la fiesta de los Cullen, sigo molesta por ello, las cosas podrían haber sido peor cuando llegara ese ejercito de vampiros.

–Sí, es justo lo que pensamos, por eso nos apuntamos a la lucha antes siquiera de consultarlo con Sam.

–Y ya te digo que Jacob no habría aceptado una negativa por su parte. – Añadió Embry, siendo secundado por un asentimiento por parte de Quil.

–Sabiendo la situación, dudo que mi hermano se hubiera negado.

–Bueno, lo dejaste impactado con tus palabras, por eso hizo caso a tu decisión. – Comentó Quil con cautela, como si no quisiera que me alterara al recordarlo. – Aunque casi todos estábamos de acuerdo con colaborar con los Cullen.

Sabía que estaba pensando en la molestia de Paul y en el desagrado por parte de Leah. ¿Por qué no se centraban en que iban a matar a algunos vampiros sanguinarios?

Not only the alpha's little sister (Jasper Hale)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora