Cora
Escucho las sirenas a lo lejos y me elevo en el aire, floto mientras las voces me agobian, hay varias personas dando vuelta alrededor mío. Siento el aire fresco golpeándome la cara por primera vez en días, abro los ojos para contemplar el cielo. Veo la noche despejada y estrellada, ¿quién estará mirándome desde arriba?
Espero que esto sea algo bueno al final, espero que ese lugar en el cual estuve, sea descubierto y sea cerrado para siempre, sobre todo espero que María se pudra primero en la cárcel y después en el infierno.
—Perdió mucha sangre.
—Necesito su tipo de sangre urgente.
—¿Cuánto tiempo pasó?
—Se nos va.
Escucho las voces a lo lejos pero supongo que ya no tiene caso intentar hablar, mi boca no responde.
Nunca pensé que iba a terminar así, lejos de todo, sin nada.
Siento que alguien bruscamente me mueve y veo solamente blanco, siempre pensé que el cielo iba a ser distinto, pero solo me encuentro en un espacio blanco sin nada alrededor. Cierro los ojos, supongo que este es el momento en el que mi vida pasa frente a mis ojos, pero no siento nada, no hay ninguna imagen, solo blanco.
Me arriesgué, tiré los dados y supongo que este es el resultado.
Tengo que hacer un esfuerzo, si esta es la última vez que voy a usar mi cerebro, lo quiero hacer solo pensando en lo bueno de mi vida antes de que deje de funcionar.
—No tiene pulso.
Imagino a Andy recibiendo en brazos a Emma después de que dé sus primeros pasos. Veo a Andy soplando las velas con Emma rodeado de todos mis amigos. Veo a Esteban comprándole cosas extravagantes a Emma cuando sea adolescente. Veo los celos de Andy cuando traiga a su primer novio a casa. Veo a Andy volviéndose a enamorar, encontrando a alguien que lo haga feliz y lo acompañe en las noches de lluvia mientras camina como si estuviera soleado.
No veo mi vida pasada pasar frente a mis ojos, solo me imagino el futuro, el futuro que quiero que sea.
No me arrepiento de haber pasado mi última noche con Andy, lo haría de vuelta, porque ahora él tiene a Emma y Emma lo tiene a él.
Solo me gustaría poder haberlo visto una vez más, escuchado su voz ronca y grave. Escucharlo llamarme Cora o Coraline o Linda.
Siento las punzadas de mis muñecas pero no siento mis manos y de a poco empiezo a perder toda la sensibilidad de mi cuerpo, como si estuviera flotando y solo quedara de mí mi mente.
Escucho un susurro en mi oído, pero no entiendo qué es lo que dice. ¿Será el destino?
Estoy tan cansada.
Perdón, Andy.
Fui patética hasta mi último momento.
Alguien me pregunta mi nombre pero me digo a mí misma que ya no importa, soy parte de la nada, soy parte de ese blanco ¿Importa realmente mi nombre ya?
Vuelvo a sentir una punzada y me pregunto cuándo el dolor se va a ir por completo, no siento mi cuerpo, solo punzadas una y otra vez por todo mi cuerpo, como si estuvieran descargando montones de energía que se disipa de mi pecho hasta mis extremidades.
El blanco empieza a desaparecer para convertirse en negro, el negro más profundo que vi en mi vida y de a poco veo una secuencia de imágenes: soy yo, una versión blanca de mí, de a poco me voy desdibujando y solo mis contornos permanecen como si fuera un dibujo animado, veo a alguien intentando tirar de mis contornos para desarmarme y aunque lucho lo logra, me desarmo para convertirme en una línea, soy una línea que es trazada por Andy sobre un lienzo, él termina de bocetar su idea y comienda a pintar, siguiendo mis líneas, pincelada tras pincelada me convierto de nuevo en lo que soy, o en una imagen de lo que era. Siento cómo sonríe cuando mi cuadro empieza a tomar forma y cómo aunque soy solo un canva y óleo, por lo menos puedo ver su cara, pero no pasa mucho tiempo hasta que soy exhibida en una galería. Alguien me compra y yo me derrito siendo óleo para caer al suelo en forma de pintura, la gente camina encima de mí, le mancho los zapatos con las partes de mí que ahora son pintura húmeda y desaparezco entre suelas de calzados, volviendo a mezclarme en la ciudad. Dejo partes de mí, manchas sobre el asfalto y la lluvia me lava suavemente para hacerme desaparecer y aunque a lo lejos escucho el llanto de Andy intento decirle que está todo bien, que gracias a él me convertí en arte.
Tuve una buena vida, a pesar de todo, amé y amé con todas mis fuerzas, me descubrí a mí misma, me equivoqué miles de veces, perdoné y fui perdonada.
Todo gracias a Andy.
Al final, tuve una hija hermosa con la persona que más amo ¿Cuántas chances dijo Andy que había? ¿Tres por ciento?
Emma es el dos por ciento más hermoso del mundo.
Emma fue un milagro.
Andy también lo fue.
Él fue mi milagro y agradezco eso, agradezco cada segundo con él, agradezco incluso nuestras peleas.
Veo los ojos azules perdidos de Andy mirando a la nada mientras un cigarrillo cuelga de su boca, manejando con una sola mano en su viejo auto sucio.
"Te amo, linda".
Sonrío o eso creo que hago ahora que no tengo cuerpo, no sé cómo funciona.
¿Cómo funcionará todo más allá de lo terrenal?
Tal vez lo pueda volver a encontrar.
¿Es muy tarde para creer en la reencarnación? En este momento es lo único que deseo, que en otra vida nos volvamos a encontrar, que hayamos aprendido de esto para hacer las cosas mejor. Para volver a enamorarnos el uno del otro.
Capaz en otra vida voy a poder irme con él cuando lo pidió con ese tatuaje en el pecho.
Nosotros contra el mundo.
Siento cómo mis pensamientos de a poco dejan de tener sentido y cómo mi conciencia se difumina con la nada misma.