Capítulo 16: El Kazekage regresa

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El veterano guerrero al servicio del clan Date sucumbió a la extenuación. Su energía chi fue drenada casi en su totalidad al usar esa combinación de técnicas, al mismo tiempo el veneno inyectado por las armas de Sasori causaba estragos. La muerte estaba cerca. Por azares del destino el equipo siete de la Aldea de la Hoja arribó al campo de batalla pocos minutos después. Los ninjas apreciaron con gran asombro el desastre que dejó la lucha. Lo que otrora fuera un arroyo que circundaba una pequeña montaña, ahora no era más que un cráter por el cual se colaba el agua poco a poco. Pronto divisaron el cuerpo inerte de Jubei en medio del caos. Los hábiles ojos verdes de Sakura percibieron ese desconocido aun respiraba.

Kakishi no dudó en ordenar a la joven actuar de inmediato para salvaguardar la vida de ese desconocido, no solo como una acción correcta, sino como la única posibilidad de averiguar lo que sucedió en ese lugar.

Pakkun se aventuró aproximándose a la cueva y alertó a sus compañeros indicando que allí se encontraba el aroma del Kazekage. Naruto y Kakashi se adentraron en ese oscuro y endeble lugar dejando a Pakkún y Sakura junto al desconocido.

—Esas heridas —Murmuraba la joven ninja médico—. ¿Crees que este sujeto luchó contra un Akatsuki?

—¿Cómo sabes que no es él el Akatsuki? —Respondió el can planteando una posibilidad.

—Según la descripción que nos dieron no se parece a ninguno de los cuatro que atacaron la Aldea de la Arena. Y veo muchos títeres destrozados aquí, así que deduzco que Sasori estuvo aquí, y probablemente este hombre se enfrentó a él.

—Te pareces mucho a tu maestra, Sakura —Respondió el can con admiración ante esa hábil deducción—. Entonces la pregunta más preocupante es: ¿quién es este hombre y como logró vencer a un Akatsuki?

Para suerte de Jubei la kunoichi logró detectar que estaba envenenado con la misma toxina que Kankuro y otros ninjas de la arena, veneno para el cual habían preparado el antídoto y que llevaba consigo varias dosis. Los conocimientos y habilidades medicas de Sakura había alcanzado un alto nivel estos últimos años. Se encargó de inocularle la dosis correcta de antídoto, recubrió sus heridas con ungüentos especiales y luego las cubrió con gruesos vendajes.

Muchas dudas rondaban la cabeza de la muchacha en ese momento. Era una oportunidad propicia para zanjar algunas. Acercó su mano al pecho de Jubei y comenzó a buscar su flujo de chakra. Una sorpresa le vino de repente y quitó sus manos de su cuerpo soltando un suspiro sonoro. Se quedó muda uno momento, luego, procedió a repetir el método en diferentes partes del cuerpo de Jubei para corroborar.

Pakkun preguntó el motivo de su gesto tan repentino y la razón de que lo revisara de esa manera cuando ya había concluido el tratamiento de emergencia.

—S-su chakra es muy escaso. Tiene lo mismo que un niño pequeño. ¿Cómo pudo este hombre vencer?, no, ¿cómo logró sobrevivir a un Akatsuki?

Entre sus movimientos los ojos de Jubei se abrieron un poco, divisando frente a él a una bella joven de cabellos rosados. Balbuceó algo ininteligible y poco después volvió desfallecer.

—Oye, Sakura, ¿qué le haces a ese pobre hombre? No estarás haciendo cosas pervertidas, ¿verdad? —Dijo Naruto con una risa burlona.

A simple vista parecía que acariciaba el pecho de Jubei.

—¡Naruto! ¿Cómo puedes pensar esas estupideces?...

Estuvo cerca de vociferar un par de insultos sobre su amigo, pero se quedó en silencio al verlo. Junto a Naruto estaba Gaara, el Kazekage. Se notaba aletargado y débil, caminaba con dificultad ayudado por Naruto.

Naruto: El Resurgir del SamuráiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora