Es una calurosa noche en el país Helado, por contradictorio que suene, debido a la época del año. La bella posada Yoso-Gai No sirve de cobijo nocturno para dos grupos de visitantes extranjeros en esas tierras, sin sospechar unos de la presencia de los otros.
Hiroshi y Akira salieron de la habitación que les fue asignada con intenciones de ocupar esos famosos baños de aguas termales que tanto presumen los señores de la posada. Abandonaron sus ropajes de viaje optando por unos kimonos ligeros y muy cómodos.
—¿Me siento raro sin mi espada? ¿No crees que deberíamos llevarlas con nosotros? —Sugirió el pelinegro Fujigawara que de momento deambulaba con su cabello suelto y sin su preciada banda en la frente.
—No digas tonterías, Hiroshi. No podemos deambular aquí con armas. Aunque es extraño verte sin tu banda; deberías quitártela más a menudo, o al menos lavarla —Comentó Akira, quien también posee el cabello largo y negro.
—Ni lo sueñes. Esa banda y mi espada son lo más valioso que tengo en la vida: solo me la quito para dormir o ducharme. No hace falta lavarla.
Siguieron el camino a través de los pasillos de los diversos niveles del edificio, llevando su conversación a temas más triviales. Un par de chicas pasaron frente a ellos; una preciosa pelirosa de ojos verdes acompañada de una chica, notan bella, pero igualmente atractiva de cabello castaño y ojos marrones.
—Mira eso, Akira —Susurró Hiroshi con una enorme y tonta sonrisa al verlas, dado leves codazos a su amigo.
—Ya vas a empezar —Suspiró Akira sabiendo bien lo siguiente que haría su compañero.
Tal y como lo pensó, Hiroshi se acercó a ellas rápidamente forzando una postura más recta y fuerte, y no es que lo necesitara: todo samurái posee una complexión atlética y definida debido al arduo entrenamiento.
—Naruto ha mejorado mucho. Ya no es el niño tonto e impertinente que era, creo que ha madurado —Decía Sakura a su compañera sin prestar atención a ese par de chicos.
—Buenas noches, linduras —Llamó Hiroshi con cierto detalle a la hora de hablar.
—¿Disculpa? —Alegó Tenten, sorprendida y quizás ofendida por el atrevimiento.
—Lo siento, es que no pudo evitar notar lo hermosas que son ambas y pensé, ¿qué tal si me acercó a ellas y les invito algo? ¿Os gustaría acompañarme?
—Qué pena, pero no vamos al bar. Nosotras nos dirigimos a los baños —Respondió Sakura de forma seria, pero tratando de sonar educada.
Pero el samurái es insistente. Rápidamente se colocó frente a ella otra vez tomando una postura más presumida.
—Nunca dije que iba al bar. Qué tal si los tres vamos a los baños mixtos y nos conocemos mejor —Terminó su frase con una sonrisa más que soberbia, y tonta.
—¿En verdad dijo esa estupidez? —Se dijo a sí mismo Akira sorprendido por tamaña imprudencia.
La cara de Sakura ya advertía lo que iba a pasar. Iniciando con un enorme sonrojo, entre ira y sorpresa, que terminó con una bofetada en el rostro del samurái, totalmente justificada y bien merecida.
Sakura le arrojó un par de insultos antes de alejarse. Tenten no se tomó de mejor manera el atrevimiento, pero consideró que la bofetada de su amiga bastaba para hacer entrar en razón a ese pervertido.
—Creo que cada vez superas más tus estupideces. No soy experto en mujeres, pero estoy seguro que no es la mejor forma para iniciar una conversación —Comentó Akira acercándose a su adolorido compañero.
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Naruto: El Resurgir del Samurái
ActionEl mundo ninja, un vasto y hermoso lugar en el que conviven países, aldeas y culturas diferentes. Como han gozado estos últimos tiempos de paz desde la última guerra. Durante este periodo de paz las aldeas ninjas han crecido enormemente incluso han...