Capítulo 35: Herederos vs Ninjas parte 2

9 1 0
                                    

05 de Marzo. País del fuego

Una gran sombra se posó detrás de Kurenai; la mujer reacciona mirando sobre su hombro. Una afilada nodachi se cierne sobre ella a toda velocidad; apenas un salto pudo salvarla del mortal ataque. El arma impacta el suelo.

—Si no pelean con todo desde un principio no ganaran —Afirma el poderoso Kenta Ashikaga mirando con seriedad a Kurenai.

—Q-que poder. Eso estuvo muy cerca —Musitó la mujer para sí misma sintiendo como el corazón se le aceleraba.

Hinata aprovechó el momento para acercarse por un costado del samurái y atacar con su puño blando. El samurái la ve acercarse y arroja su espada de forma horizontal, ella le esquiva agachándose y golpea con sus palmas las rodillas del samurái. Kenta no entiende que pasa, pero sus piernas tiemblan por eso, Hinata aprovecha la sorpresa de su rival y lo impacta en el pecho haciéndolo retroceder.

—¿Cómo haces eso? —Gruñe adolorido llevándose la mano al pecho. Sus músculos se contraen de forma involuntaria.

—Porque mi puño blando no lo derriba —Se cuestionó Hinata así misma sin bajar la guardia.

El suelo tiembla y una cúpula de roca emerge en un parpadeo atrapando a la incauta kunoichi que poco puede hacer para escapar de esta prisión.

Giho-Ji; atrapa osos —Enunció Hikari desde la distancia victoriosa al ver a su presa alcanzada—. Kenta, encárgate de los demás yo acabaré con esa niña.

Kenta mira diestras de sí, un gran enjambre de insectos se acerca a toda velocidad.

—¿Insectos? Era de esperarse después de ver a ese perro. —Afirma con desprecio— Giho-Kaze, viento salvaje.

Agita su espada liberando una fuerte ventisca que arroja por todos lados a los insectos quienes quedan aturdidos en el suelo.

—Lo siento, no importa cómo, mis insectos no podrán atravesar el viento de ese sujeto —Dice Shino a su mentora y compañero.

—Tenemos que acercarnos a él y distraerlo para que tus insectos se acerquen. Kiba, tú y yo lo atacaremos de frente, Shino prepara otro ataque por detras. ¡Vamos! —Ordenó Kurenai.

Ella y Kiba comenzaron a correr rodeando al samurái quien les vió acercarse y preparó su defensa.

Mientras tanto Hikari saltaba sobre la cúpula y entraba en ella para luego volver a cerrarla con ella y Hinata dentro.

—¿Qué clase de técnica es esta? —Decía Hinata tratando de hallar una salida, la cual no hay, pero lo si hay es una oscuridad que no le permite ver nada.

—Hola niña, ¿estás lista para mi técnica especial? —Se escuchó la voz de Hikari detrás de ella seguida del filo de su katana.

—¿Dónde estás? –Alegó al instante tratando de localizarla en esa terrible oscuridad. Activó su Byakugan para ver entre la penumbra, no veía nada más que una muy pequeña y casi invisible presencia de chakra–.

—Si, claro. No trates de hacerte la ruda, nadie puede ver dentro de mi prisión, ni siquiera yo —Explicó Hikari riendo incrédula.

—¿Entonces por qué estamos aquí si tú tampoco puedes ver nada? —Alegó Hinata, ella si podía, aunque fuera solo un poco, percibir a Hikari.

—Por qué no necesito mi vista, estúpida, soy miembro del poderoso clan Takeda, los amos y señores del estilo de tierra, y una de nuestras habilidades es percibir los movimientos sobre o debajo del suelo, por más leves que estos sean.

Naruto: El Resurgir del SamuráiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora