La propuesta hecha por Kakashi fue bien aprovechada por sus dos alumnos. Los tres se encontraron degustando los sencillos y suculentos manjares que el restaurante Ichirakus ofrecía. Pero era Naurto el más afortunado; cuatro años sin esa comida fue sin lugar a duda un suplicio para el joven que llevaba en su cuenta ya tres tazones de ramen. Con firmeza dejó caer el cuarto tazón vació sobre la barra exclamando sonoramente lo mucho que añoraba esa comida.
—Naruto no seas tan maleducado: no hables mientras comes, ni comas tan rápido —Reprochó la pelirosa un poco molesta por los modales de su compañero, o la ausencia de estos mas bien.
—Lo siento, Sakura. Kakashi-sensei no suele invitar la comida: debo aprovecharlo.
—Aun así, no deberías abusar —A diferencia de él, ella se tomó su tiempo para culminar su único tazón de fideos.
—Había olvidado lo mucho que comía Naruto —Comentó el mentor contando las monedas en su pequeño bolso.
—Por cierto, no lo he preguntado, ¿a qué se dedicaron durante este tiempo? —Preguntó Naruto obviando las dificultades económicas de su maestro.
—Yo me dediqué a entrenar con lady Tsunade desde que nos separamos; he hecho muchos avances en mis habilidades, aunque Tsunade suele tratarme como su asistente más que como su aprendiz —Respondió Sakura recordando todas las labores que tenía que llevar a cabo casi todos los días en la oficina de la Hokage.
—Has sido un gran alivio para Shizune: la pobre ya puede tomarse un descanso ocasional gracias a ti —Agregó el sensei sirviéndose otro vaso de sake.
—¿Y cómo están los demás? En verdad quisiera verlos. Shikamaru, Choji, Ino, Neji, Rock Lee, Tenten, Kiba, Hinata y... creo que eran todos, ¿verdad?
—La mayoría están muy dedicados a sus labores o entrenamientos. Deben estar en misiones en estos momentos.
—Parece que todos han estado trabajando arduamente. Me alegro por ellos —Una sonrisa amplia y afable se dibujó en los labios de Naruto al recibir tan buenas noticias acerca de sus amigos—. Buenos, creo que aun me queda espacio para el postre
Kakashi saltó de su silla dejando el dinero de los consumido en la barra. Se desvaneció casi de inmediato argumentando ocuparse en asuntos importantes y sin dar tiempo a sus alumnos de preguntar nada.
—Típico de Kakashi-sensei. Sabía que su generosidad no duraría tanto —Sakura arqueo la ceja y soltó un suspiro.
—Kakashi-sensei nunca cambiará —En el fondo Naruto solo había bromeado, y el resultado le pareció tremendamente gracioso.
Terminaron y se despidieron del dueño del local y su amigable hija. Salieron y comenzaron a dar un paseo por las calles de la villa. Las calles eran concurridas, pero para tener un poco de paz tomaron un camino por una calle más tranquila. Naruto con las manos en su nunca miraba todo el lugar sin percatarse de la seriedad que teñía el semblante de Sakura.
—No sabes cuánto deseaba volver a la aldea, Sakura —Comentó de forma alegre.
—Si, este lugar no es igual sin ti, Naruto —Reconoció con desanimo agachando la mirada—. Desde que ustedes se fueron... solo esperaba volver a verlos.
Naruto captó de inmediato el significado de esas palabras. Ambos dejaron de caminar y un silencio nuevo los envolvió.
—¿Crees que él está bien?
—No lo sé. Han pasado cuatro años desde aquella noche y nadie sabe nada de él, o de Orochimaru. A veces he llegado a pensar que cuando lo vuelva a ver ya no será el mismo chico que compartió con nosotros tantos lindos recuerdos.
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Naruto: El Resurgir del Samurái
ActionEl mundo ninja, un vasto y hermoso lugar en el que conviven países, aldeas y culturas diferentes. Como han gozado estos últimos tiempos de paz desde la última guerra. Durante este periodo de paz las aldeas ninjas han crecido enormemente incluso han...