Con una Mirada

Capítulo 20: La conversación

Andrea Ponce

Ya es de noche, está muy oscuro, el bosque se ve terrorífico, Cris cierra la cabaña para irnos, me sostiene la mano -¡Vamos, se hace tarde!

Por un momento tenía mucho miedo, pero Cris me hace sentir segura, lo único que puedo sentir en estos momentos es que me sostiene la mano fuertemente para que no me caiga, cualquiera pensaría que lo que me ha pasado parece una historia de amor, pero no es así, tenerlo cerca representa un peligro para mí, pero el destino se ha dedicado a juntarnos cada vez que puede y es imposible no poder enamorarse de él cada día más.

Después de caminar por horas, por fin hemos llegado a la casa de la abuela, Cris aún no me ha soltado la mano desde la cabaña, intento soltarme pero él no me deja.

-Deberíamos soltarnos, no vayan a pensar cosas que no son-

-¿Tienes miedo?-

-¡No! Yo solo digo por si acaso-

Entramos a la casa y como de costumbre no había nadie.

-¿Quieres algo de comer?

-¡Sí! que te parece si lo hacemos juntos -

-Esta bien Andy lo que tú digas-

Cris y yo vamos a la cocina y empezamos a preparar unas panquecas y como de costumbre un chocolate caliente.

-Vamos hacer un trato, yo hago el chocolate y tú las panquecas porque te quedan divinas-

-Esta bien Cris, pero tú lavas los platos-

-¡Trato hecho!

Se siente muy bien compartir estos momentos con Cris, me hacen recordar cuando ayudabamos a la abuela a cocinar cuando eramos niños, fueron buenos tiempos sin duda.

-Andrea, casi se me olvida decirte, en dos semanas viene a trabajar un nuevo jardinero-

-¿Es nuevo o sigue siendo el Sr Carmelo?-

-Sí es nuevo, ya el Sr Carmelo se retiró porque su edad no le permite seguir haciendo los jardines-

-¡Qué lastima! como extraño conversar por horas con él mientras él limpiaba el jardín, a veces lo ayudaba y era muy divertido-

-Lo sé, yo también lo voy extrañar-

Ya está lista la comida y nos sentamos a comer en la mesa frente a frente, su mirada es distante pero disimula con una sonrisa torcida, sé que le pesa lo que hablamos en la cabaña pero me duele que él no me cuente lo que esa mujer le hizo, sin embargo, esta vez no decido insistir para sacarle la verdad, es un secreto que solo quiere que le pertenezca a él.

- Cuéntame ¿Cómo sería tu hombre ideal?-

-Bueno, que sea alto, con un corazón de oro, buena gente, sensible, amoroso, que tenga una mirada fácil de leer y que tenga unas manos bonitas, es lo único que pido-

-¿El físico no te importa?-

-Realmente no, pero me gustaría que lo tuviera, sin embargo, no todos tienen ese privilegio, a mí lo que me importa de un hombre es que tenga un buen corazón, su sonrisa y su mirada-

-Estoy impactado, eres la primera mujer que no le importa el físico si no lo tiene, ahora las mujeres solo se fijan en eso, sin importarles su corazón-

-No todas las mujeres somos iguales, ten eso en cuenta-

- Siempre he dicho que eres diferente y eso te hace especial, pero tengo una duda ¿Por qué te importa mucho la mirada y las manos?-

- La mirada porque siempre he pensado que “una mirada puede leer lo más profundo del corazón de una persona” y las manos porque me fijo mucho en ellas, no se por qué-

-¿Crees que tengo unas manos bonitas?-

-No me hagas reír tonto ¿En serio me estás preguntando eso?-

-Solo quiero saber, pero si no quieres decirme está bien-

-Claro que tienes unas manos bonitas tonto, bueno a mí me gustan, no sé a las demás, me sorprende que te importe mucho mi opinión-

Luego de responderle, no salió de su boca ni una palabra, solo sé que su mirada transmite felicidad.

- Ahora dime tú ¿Como sería tu chica ideal?-

-Que sea guapa, con una linda sonrisa, de buen cuerpo y que tenga buen corazón-

La mayoría de las características me definen, pero yo no tengo un buen cuerpo como él quiere.

-Estan buenas esas características ¿En estos momentos estás interesado en alguna chica?-

-¡Sí! Es una chica preciosa, un cuerpo envidiable, sus ojos son bellísimos y tiene un buen corazón, muero para que la puedas conocer pronto-

Sus palabras rompieron cualquier ilusión que tenía para que él y yo estuviéramos juntos, igual de todos modos nuestro amor no es posible porque somos familia, al menos me alegra que él si pueda ser feliz.

-¡Qué bien por ti! Estoy ansiosa por conocerla-

-Sé que te va caer bien, quizás puedan ser muy buenas amigas y tú ¿Estás interesada en alguien?

-¡No en estos momentos!-

-¿Por qué?-

-Porque no estoy buscando pareja en estos momentos, prefiero quedarme sola por ahora-

-¡Está bien, si crees que es lo mejor para ti, respeto tu decisión!

Escuchamos unos ruidos en el segundo piso, decidimos subir a ver quién estaba arriba, ambos nos sorprendemos cuando vemos a David en una de las habitaciones, sus ojos están llorosos, ¿Qué le habrá pasado? Cris le pregunta, pero no responde, decido ser yo la que habla.

-¿Estas bien?-

-¡Sí, estoy bien!-

-¿Te quedaste solo en la casa?-

-¡No! Carolina también se quedó, está en la biblioteca-

Cris decide ir a la biblioteca a ver a Carolina.

Me quedo sola con David, es mi oportunidad para saber que le pasa.

-¿Te pasó algo, verdad?-

-¡Sí!,tengo el corazón roto-.

-¿Que te hicieron?-

-Le pedí disculpas a Carolina y me dijo que el beso que le di no significó nada para ella, me ilusionó, ella no siente lo mismo que yo-

-No puedo creer que me este hablando de la misma persona-

-Hoy descubrí a la verdadera Carolina-

-No sé que decirte, el amor siempre duele, las decepciones nos lastiman, el amor es así, solo es un momento de felicidad y ya, nosotros vivimos de ilusiones-

-¿Pasó algo con Cris?-

- Solo me ilusioné, nuestro amor es imposible, primero porque somos familia y segundo porque está enamorado de otra mujer-

-No sabía que Cris estaba enamorado de otra mujer-

-Pues sí, me dijo que pronto me la presentaría-

-Ay Andrea, al parecer hoy es el día de los rompe corazones ¿Por qué el amor duele tanto?-

-Yo también me pregunto lo mismo, el amor nunca es como lo pintan en las películas, pero no nos queda de otra más que sufrir en silencio-

-Así es, al menos nos tenemos el uno al otro-.

-Te quiero menso

-Y yo a tí mensa-