Capítulo 13: El almuerzo

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Andrea Ponce

Es hora de almorzar, la tensión se siente horrible entre David y Carolina ya ni se miran, después de ser buenos amigos para terminar así, la verdad es que a  veces siento un poco de miedo, mi amor desenfrenado por Cristopher puede terminar como ellos, solo en pensar el terror de que ambos quedemos lastimados sería horrible, conozco perfectamente a Cris y sí dejo que mi corazón haga lo que quiera me va a lastimar.

Estamos almorzando todos en familia, vale la pena ver la alegría de mis abuelos de tener a toda la familia completa y reunida.

En la mesa estoy al frente de Cristopher y a mi lado a Carolina, estamos comiendo y Cristopher no me quita la mirada de encima, su mirada me intimida, sin siquiera tenerlo cerca me desequilibra. ¿Por qué me tiene que pasar esto a mí todos en la mesa se dan cuenta de las miradas matadoras que me lanza Cristopher? intento pisar sus pies debajo de la mesa para que deje de mirarme así, su mirada se vuelve a clavar en la mía con más intensidad, le lanzo una mirada desafiante para que pare de mirarme, a veces no entiendo cómo lo hace, pareciera que me fuera a desnudar con la mirada y eso me asusta un poco.

Todos hemos terminado de comer, la abuela nos mira a todos con sus ojos llorosos, me siento muy orgullosa de ella, mi abuela siempre ha sido mi refugio, la admiro, ella y mi abuelo tienen 90 años y siguen juntos amándose como la primera vez, ambos están fuertes como robles no aparenta la edad que tienen.

Mi abuela toca con un cubierto la copa, haciendo que todos le prestemos atención, con lágrimas en sus ojos dice -Necesito su atención, como pueden ver los años han pasado, ya nos queda poco tiempo, la vida se nos acorta, quiero que en este tiempo que nos queda, disfrutarlo con mis hijos, nietos y con todos los que están aquí porque aunque sean familia lejana son parte de mi familia y lo seguirán siendo- mi prima Lucía interviene -Abuela, no entiendo, aquí hay familia que viene siendo la quinta generación ya no serían parte de nuestra familia porque son muy lejanos, en cambio nosotras sí, no deberías darles tanta importancia- mi abuela con una voz de molestia le responde -No importa, yo podré ser vieja pero siempre me han dicho mis antepasados, que familia somos hasta la quinta generación, conozco más historia que ustedes, no importa cuántas veces me digan lo mismo, porque sé que te refieres a la familia de Cristopher y Carolina, pase lo que pase yo voy a seguir viéndolos crecer, serán mis nietos aunque no lo sean-

Mis padres y mis tíos le preguntaron a mi abuela -¿Qué quieres que hagamos madre? Todos prometieron hacer lo que ella pidiera.

Mi abuelo dice -Queremos que se queden  todos ustedes en nuestra casa hasta que se acabe el verano-

Mis padres y mis tíos aceptan sin dudarlo. Por un momento la idea suena genial pero solo en pensar que voy a durar tres meses durmiendo en un sofá, que catástrofe y de paso dormir en el mismo cuarto que Cristopher será mi condena, solo cedo por mis abuelos y porque los amo y quiero que cuando ellos se vayan al cielo se vayan felices porque cumplí su deseo, así tenga que aguantar lo que siento, lo haré por ellos, será una misión imposible pero lo tengo que intentar.

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