Con una Mirada

Capítulo 30: Soy capaz de...

Estoy decidida a salir e integrarme nuevamente a la fiesta, todos lo chicos me miran y susurran a la vez ¿De qué hablarán? ni idea solo sé que no me importa.

Apenas Cris me ve, se dirije hacia mí, su mirada se torna molesta y rabioso, sigo caminando a pesar de que lo tengo al frente, el sujeta mi mano fuertemente y se acerca a mí oído susurrando -Tenemos que irnos- con un tono de molestia le respondo -¡No me pienso ir de aqui!- sus ojos son fríos, me dan miedo, con un tono de molestia exclama - Perfecto ¡No será entonces por las buenas si no por las malas! Después no digas que no te lo advertí-

Me carga llevandome hasta la salida, intento pedir ayuda e incluso forcejear pero no me suelta y nadie se mete a ayudarme, me sube al carro bruscamente y cierra la puerta pasándole seguro, se monta en el carro maneja rápidamente, intento reclamarle pero él no abre la boca.

El camino no es el mismo que tomamos para ir a casa, comienzo a preocuparme, intento al menos que me diga a dónde nos dirigimos - ¿A dónde me llevas? su voz fría solo pronuncia - No hagas más preguntas estás colmando mi paciencia y creeme sería capaz de dejarte en la nada-

- Sí tantas ganas tienes de dejarme aquí Cristopher, hazlo ¡Abre el carro! ¡Ahora! es una orden-

Su boca no se abre, ni siquiera se dió la molestia de discutir, quisiera matarlo ahora mismo.

Intento calmarme, miro hacia el camino nuevamente, sé que he estado aquí antes, pero no recuerdo, entré en un colapso mental, mis recuerdos vuelven en sí ¡Claro! vamos camino hacia la cabaña, el camino se veía distinto porque vamos en carro.

Llegamos efectivamente a la cabaña, él se baja del carro y me carga nuevamente, me sienta en el sillón de la cabaña, cierra la puerta con seguro y me mira como si me quisiera devorar.

Me asusta la idea de estar con él en medio del bosque y con la puerta cerrada con seguro, lo primero que me pasa por la mente es que algo muy malo va a pasar, Cristopher me da miedo cundo se enoja, se vuelve violento, intento controlar todo lo que en mi mente está pensando en este momento.

Se sienta a mi lado - Espero que lo que hicistes en la fiesta no lo vuelvas hacer nunca más, a mí nadie me deja en ridículo, que te quede eso bien claro y otra cosa no quiero que tú y Erick vuelvan a bailar de esa forma-

-¿Acaso te importa con quién baile? yo bailo como yo quiera y con quien quiera, tú no vas a venir a amenazarme, lo volvería hacer si a mí me da la gana, al que le tiene que quedar bien claro todo esto es a tí-

Cristopher coloca sus manos en mi cara, -No te equivoques Andrea, conmigo no juegas, solo te voy a decir tres cosas Alejate de Erick, no lo vuelvo a repetir-

- Y si no me alejo de Erick ¿Qué? ¿Qué me vas hacer?-

-No me retes Andrea, no quiero salirme de control-

-Dime, ¿Qué me vas hacer si yo no me alejo de Erick?-

- Soy capaz de.....-

-¿De qué Cristopher?-

Cristopher me besa repentinamente, su respiración agitada y su corazón latiendo sin cesar, intento hacerme la fuerte y despegarlo de mí, pero no lo logro, sus manos entrelazando mi cintura y apretandola fuertemente, con su fuerza me va acostando lentamente en el sillón, sus labios no se despegan de los míos, siento que mi corazón se va salir de mi pecho, por un momento me quise dejar llevar pero no puedo permitir que esto pase, a si que muevo a Cris de un lado, agarro las llaves que están en la mesa e intento abrir la puerta para escapar.

Cris se levanta rápidamente y agarra mis manos, quitandome las llaves, pegandome hacia la pared fuertemente, su mirada me asusta, sus ojos solo transmiten deseo e impotencia a la vez, lo primero que hago es gritarle -Suéltame, me estás lastimando- me da una risa irónica -No te voy a soltar- le grito más fuerte - Te digo que me sueltes Cristopher ¡Ahora-!

Acercándose a mí y con tono de molestia me dice - Todavía no he terminado-

-Para mí todo quedó dicho-

Sus dedos tapan mis labios, me asusta lo que está pasando.

Quita sus dedos de mis labios lentamente, sus manos sostienen contra la pared a las mías, su cuerpo junto al mío, sus labios se ven tan provocativos, quisiera besarlo pero no puedo hacerlo, está situación se me está yendo de las manos.

Cris se acerca más a mí, creo que mi corazón ya no resistirá más emociones, mis piernas tiemblan sin parar como una gelatina, de repente me besa, me besa de una manera distinta, no es el típico beso dulce y sutil, me besa como si me quisiera devorar, se siente esa pasión y afinidad que en algún momento pensé tener en una relación.

Mientras el beso se va intensificando, sus manos apretan mi cintura fuertemente, me dejó llevar, por un momento me quise hacer la dura, pero ya no puedo soportar más, mis manos se entrelazan en su cuello y lo beso con la misma pasión con la que él me besa.

Siento su camisa mojada, puedo sentir su espalda definida y su abdomen, mis labios no quieren soltar los suyos, él no ha dejado de acorralarme contra la pared, sus manos se mueven lentamente hacia mí espalda, yo hago lo mismo.

Nuestros labios se separan lentamente, intento agarrar aire suficiente, Cristopher se acerca nuevamente a mi oído y me susurra - Tu eres para mí, para más nadie- sus palabras me dejan en el acto, nunca pensé escuchar esas palabras de sus labios, está vez decido no decir nada solo darle una sonrisa.

Cris se separa de mí, sus labios rojos como una fresa, su camisa sudada y sus abdominales bien marcados, desapareció esa mirada de deseo que me asusta, ahora solo puedo ver en sus ojos dulzura y sutileza.

Cae un palo de agua que hace extremecer toda la cabaña, Cris me carga con sus brazos fuertes y me acuesta en la cama, busca unas sábanas y me envuelve en ellas y apaga la luz, ni siquiera hemos cruzado palabra desde el beso en la sala que me dejó sin aliento, solo puedo decir que antes de venir aquí estaba aterrada de lo que podría pasar pero sé que a pesar de todo no me arrepiento de nada, por primera vez bese a esos labios que idealize tanto.

El me da un beso en la frente -Que descanses Andrea- cierra la puerta del cuarto, sin duda sé que es bipolar, literalmente hace unas horas quería matarme con la mirada y ahora se porta como un caballero, por qué él no puede ser más tierno y amable, cambia de personalidad radicalmente.

Los truenos y los relámpagos suenan sin parar, no me dejan dormir, decido levantarme a tomar un vaso de agua y volver a la cama, al salir veo a Cristopher durmiendo en el sillón sin cobija ni nada, le busco una cobija abrigada y lo tapo, miro su rostro y no puedo dejar de pensar lo que ha pasado, es tan guapo, lindo y caballeroso, pero se le pierde el encanto cuando se pone violento y agresivo.

Termino de acomodarle las sábanas y en susurros sale un -Te quiero Andy - me sentí tan bien haber escuchado esas palabras.

Busco mi vaso de agua, me lo tomo y me voy al cuarto a dormir, estoy agotada y cansada ya no doy más.

Solo quiero dormir y despertar mañana a ver si todo lo que viví hoy no fue un sueño y si lo fue pues, necesito despertar de mi realidad.