Su primer día laboral fue intenso. El nerviosismo le estaba haciendo una mala jugada, pero por suerte, Jeongin estaba presente para brindarle su guía y apoyo.
Se quedó a su lado toda la jornada. Sus superiores no eran personas realmente exigentes, pero Seungmin tendía a ser demasiado estricto consigo mismo y quería hacerse un lugar bueno en la empresa. Necesitaba mantenerlo para poder darle un futuro aún mejor a Sukyeol. No iban a vivir de su padre para siempre... tenía que hacerse lo propio.
Para la hora del almuerzo, sentía que la cabeza iba a explotarle. Acompañó a Jeongin hasta un restaurante cercano, para poder conseguir algo con que matar el hambre. Se sentaron uno frente al otro, logrando sentirse un poco más cómodo.
— En pocas semanas, Sukyeol cumplirá años —meditó Jeongin, mirando la fecha en su teléfono. Seungmin asintió—. Y luego irá al preescolar. Por cierto, la beca de estudios es demasiado buena, una de las fundaciones de la empresa recomiendan muy bien el instituto de la suscripción que ahora tendrás.
— Sí —murmuró pensativo—. Estuve leyendo sobre eso, la suscripción en ese colegio le permitirá tener una amplia variedad de materias, eso es bueno.
— Lo es... —Jeongin asintió, observando con atención. No sabía si debía decir más o quedarse en silencio. En algún momento, Seungmin tendría que enterarse, pero no estaba del todo seguro si debería ser el responsable de decírselo o dejar que lo descubriera con el tiempo. Pero, ¿cuánto tiempo?
— Bien, Jeongin ¿en qué tanto piensas? —Le retó Seungmin, cruzando los brazos, mirándole fijamente. El pelirrojo le sonrió de manera nerviosa, negando suavemente— Espero que no sigan teniendo secretos de índole Hwang para mí.
— No... —aseguró, levantando la mano en son de paz— Tú tranquilo, todo irá bien. Pero volviendo a temas laborales, intenta no estresarte, el puesto es tuyo y eres genial en lo que haces, así que no debes sentirte nervioso.
Seungmin intentó hacer caso a las palabras de su amigo. Para fortuna suya, la angustia por cometer errores solo duró los primeros días. Sus jefes estaban contentos con su trabajo y recibía buenos elogios, de modo que pudo comenzar a relajarse para el inicio de la segunda semana.
Enrolarse entre empleo y el hogar fue una tarea no tan dificil. Adoptó un ritmo similar a cuando estudiaba y aunque eso significaba estar agotado, por Sukyeol valía la pena. Estaban adaptándose rápidamente y, cuando pudo darse cuenta, ya se encontraba preparando a su hijo para el primer día de clases en el nuevo preescolar. Apenas un par de días anteriores acababa de cumplir cinco años y, como cada año, Sukyeol se mostraba contento y satisfecho.
Tomó la mano de su pequeño hijo, decidiendo viajar en metro con él. Quería que Sukyeol conociera más sobre Seúl y, de paso, que también aprendiera a moverse por las calles sin necesidad de utilizar el automóvil todo el tiempo.
— El abuelo dice que creciste aquí —mencionó él, meciendo los pies desde el asiento. Aún no alcanzaba a tocar el suelo mientras estaba sentado, pero eso le gustaba porque podía jugar con los pies en el aire.
— Sí, viví aquí hasta los diecisiete años.
— ¿Y yo?
— Es la primera vez que vives aquí —sonrió a su hijo—. Pero es bonito y acogedor. Te va a gustar.
— Espero, estoy feliz por tener amigos nuevos en la escuela y jugar con ellos. Ahora tengo cinco años, así que pronto voy a crecer como tú y ser así de grande como tu, papi.
Seungmin le regaló una sonrisa para disimular lo mucho que esas inocentes palabras lograban afectarle. Sukyeol aún era un niño, no entendía lo que crecer significaba, pero definitivamente, Seungmin no deseaba que su hijo tuviera que pasar por lo que él.
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Como Yo Te Quiero (HyunMin)
FanfictionMás de cinco años han separado los caminos de Seungmin y Hyunjin. Sin embargo, lo que Seungmin no esperaba era que regresar a Seúl iba a envolverlo en una serie de sucesos que cambiarían por completo la estabilidad en la que ya se encontraba siendo...