Parte 3

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'Como la hija de padres separados, te puedo jurar, que todas las historias tienen dos versiones'

PARTE 3

— Han Jisung —llamó suavemente un joven asistente, acercándose con teléfono en mano— su novia le llama.

— Ella no es mi novia —murmuró el abogado, tomando el teléfono con algo de malhumor— ¿qué sucede ahora?

— ¿Has pensado en si ya me amas lo suficiente o sigues revolcandote con otras personas?

El joven hombre suspiró, llevando su índice y pulgar hasta el puente de su nariz. Negó.

— ¿Necesitas algo para IseulYun? ¿Pañales? ¿Leche? ¿Que le hace falta ahora?

— Su padre.

— Ya hablamos de esto —murmuró aturdido, levantando la mirada para observar a través del ventanal, la tarde caer sobre Seúl. Al otro lado de la línea podía escuchar el suave traqueteo del auto en movimiento, quizás en terreno poco apto— ¿No estás trabajando? ¿Dónde está el bebé en este momento?

— Estamos yendo a una cita, para recuperar el amor.

— ¿De qué hablas? —Masculló, comenzando a estresarse, sobre todo al escuchar las suaves voces de otros niños— ¿A dónde lo llevas? ¿Con quién estás?

— Vamos a recuperar lo que es nuestro. Tengo aquí a mis niños.

— ¿Que es lo que hay alrededor tuyo, cariño? Me interesa saber tus planes.

Jisung sostuvo la llamada mientras chasqueaba los dedos para pedir a su asistente un bolígrafo y un papel. Sabía muy bien cómo manejar la situación con ella y también era consciente de lo peligrosa que podía llegar a ser.

Colgó cuándo obtuvo una ubicación, soltando el bolígrafo con malestar.

— ¿Sucedió algo?

— Esta mujer no estará tranquila hasta que logre matarme del estrés a mí o a los demás —murmuró apesadumbrado—. Llama a mí auto, necesito ir a buscar a Iseul Yun antes de que esta loca le haga daño.







Seungmin y Hyunjin se detuvieron al frente de la casa, verificando una vez más que la dirección estuviera correcta. El castaño suspiró, al ver el auto que Sunghae conducía.

— Vive aquí —le dijo a Hyunjin. El pelinegro observó la casa por un momento más.

— Mira, voy a bajar, voy a averiguar que quiere y si no regreso en treinta minutos, pides ayuda.

Seungmin se quedó boquiabierto al verlo bajar del auto, encaminándose a la casa de su hermana. Negó, abriendo la puerta de su asiento para ir detrás de él. Hyunjin lo miró sorprendido cuando se detuvieron frente a la puerta.

— Estás loco si crees que haría eso. Son mis hijos también.

Tocaron el timbre un par de veces, sin respuesta alguna. Seungmin decidió intentar abrir y, para sorpresa de ambos, pudieron hacerlo. Ingresaron al lugar a paso tranquilo. La casa estaba prácticamente vacía, no había muebles ni nada que indicara que estuviera habitada. Las luces se encontraban encendidas, dejando un camino que dejaba ver todo lo que estaba a su alrededor.

Seungmin negó, creyendo que habían sido engañados o tal vez utilizados para llevarlos exactamente ahí, pero antes de poder decidir marcharse, logró escuchar una suave risita.

— Sukyeol —dijeron ambos, volteando a verse. Tomaron sus manos de manera inmediata, decidiendo seguir el suave murmullo de la vocecita de su hijo.

Los guio hasta una habitación al final del pasillo. Ingresaron con rapidez, deseando ver a su niño a salvo, pero en su lugar solo había una pantalla encendida con vídeos de Sukyeol y YeEun jugando en preescolar. Ambos fruncieron el ceño, comprendiendo que ella en verdad sabía todo de su familia.

Como Yo Te Quiero (HyunMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora