Capítulo 15

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Cuándo Hyunjin ingresó al departamento, esperaba ser recibido por los habituales saludos contentos de YeEun. Sin embargo, esa vez fue Taehyun, con cara de pocos amigos, quien le dio la bienvenida.

— Hola, cariño ¿Dónde está YeEun? —Le saludó con una sonrisa, dejando la mochila en la estantería de las mismas. Taehyun no le respondió— ¿Dónde está Ye? ¿Ocurre algo?

— Krystal lo llevó a su casa —resolvió.—. Fuiste a ver a Seungmin —le dijo, preocupado. Hyunjin le observó un momento, pensando en cómo es que  lo sabía. Asintió—. Hyunjin estoy muy inseguro en esto. Siento que en cualquier momento podrás comenzar a tener sentimientos por él otra vez y...

— Oye —le interrumpió tomándolo por los hombros con suavidad, Taehyun le miró suplicante—.Deja de imaginar demasiado. Yo estoy contigo, eres mi novio, vivimos juntos, así que no hay motivo para pensar otras cosas. ¿Bien?

— Para qué fuiste a verlo, ¿entonces?

— Teníamos un tema pendiente. Tenemos hijos en común, Taehyun, no puedes pedirme que no lo vea. Yo te había explicado esto.

— Dijiste que no harías nada con él sin decírmelo o llevarme si era posible. Tú eres mío, Hyun, no suyo.

— Está bien —murmuró observandole directamente—. Taehyun, no te voy mentir al decirte que Seungmin siempre será especial porque es el padre de los niños, pero yo estoy contigo, si no te quisiera simplemente te hubiera dejado ya.

— Bien. De acuerdo.

— Por favor, quiero que estemos bien.

— Entonces solo ven a la habitación conmigo.



Sus ojos se abrieron cuando la madrugada estaba comenzando, algo en su interior se volvía incómodo. De alguna forma se sentía dividido y no podía descifrar si estaría conforme con esa situación. Tener a Taehyun contento, mantener la paz con Seungmin, el amor de sus hijos y de paso lograr que Sunghae se quedase quieta.

¿Y si en realidad estaba confundido? ¿Y si ni siquiera sabía lo que quería?

Negó suavemente, quitando el brazo con cuidado para no despertar a Taehyun. Se puso de pie de manera sigilosa, ajustando su pijama. La vibración de su teléfono le hizo tomarlo con rapidez, al ver el número por el que Sunghae continuaba molestando, decidió no contestar y apagar el teléfono. No podía arriesgar su relación. Quería a Taehyun y aunque sus sentimientos por Seungmin eran realmente confusos, no debía permitir que nada ni nadie lo separara de ambos.



Suspiró al ver a Sunghae esperando por él, sentada sobre su escritorio. Quiso retirarse quizá reportarse enfermo y salir rápidamente del hospital, pero no podía hacer eso. Le había prometido al cirujano Kang que era capaz de separar los asuntos familiares de los personales y lidiar con la presencia de Sunghae era precisamente eso.

— Hola, casi Doctor Hwang —le saludó, cruzando la pierna de manera sensual—. Lo estaba esperando.

— Doctora Kim —respondió indiferente, abriendo el clóset para meter su mochila—, tengo unos reportes que terminar, Doctora, le agradecería si pudiera dejar mi lugar.

— ¿Como te fue en tu cita con Seungmin de hace dos días? —Le preguntó con un tono tranquilo. Hyunjin cerró los ojos un momento antes de girar en sus talones, suspirando con pesadez— Entiendes rápido —dijo contenta.

— ¿Que quieres de mí?

— Diría que quiero una relación seria y estable con futuro, pero la verdad solo necesito de ti algo muy sencillo.

— ¿El que?

— Qué dejes de involucrarte con Seungmin de una buena vez. Él ya sabe de nosotros.

— No hay un 'nosotros', Sunghae. No lo hubo nunca y no lo habrá jamás.

— Que triste que creas eso —suspiró ofendida— ¿De verdad supones que no hay nada que nos convierta en un asunto romántico? ¿Por qué aceptarías ponerme siempre antes que a Seungmin en el pasado? ¿Y por qué asumirías el papel de 'padre' con YeEun si es que un nosotros nunca existió?

— Comprendo que estés dañada. Yo entiendo eso muy bien, pero tienes que ponerle un alto a tu problema. Si necesitas ayuda psicológica estoy dispuesto a apoyarte en el proceso. Pero debes dejar de intentar arruinar nuestras vidas. Si no lo haces por Seungmin o por mí, hazlo por YeEun. Es un niño y no merece pasar por todo esto.

— ¿Por qué es tan difícil que lo entiendas? —Murmuró dolida, poniéndose de pie para acercarse con sutileza mientras sus ojos se llenaban de lágrimas. Hyunjin pasó un trago amargo, sintiendo lástima al verla de esa manera— Tú no querrás que Taehyun se entere de que ves a Seungmin y de que aún lo amas ¿o sí?

— Basta, por favor.

— Te espero hoy a las siete en punto. Hay algo que quiero mostrarte.

— ¿Qué? No, no pienso ir a ningún lado.

— Pero sí irás —le sonrió ella—, lo harás, confía en mí —murmuró por último, pasando junto a él para retirarse a su propia oficina.

Hyunjin suspiró, agotado. No podía con eso. Sabía que Seungmin no creería ni una palabra que Sunghae dijera, pero dudaba que Taehyun le siguiera creyendo. Taehyun era celoso, inseguro y peor aun, se lo guardaba todo para sí mismo hasta que ya no podía mas. Sunghae estaba loca. Lo había estado siempre y se enteró muy tarde, cuándo ya había logrado darle una amplia ventaja en su vida. Así que no dudaba de que estuviera buscando la manera de meter ideas en la mente de su novio.


Eran las seis con quince minutos cuando salió de trabajar. A su teléfono llegó la notificación de un mensaje de Sunghae, le enviaba la ubicación de un lugar. Decidió ignorarla, porque sabía que de todos modos no acudiría a dónde ella quisiera.

Al ingresar a su departamento esperaba ver a sus hijos contentos por su llegada, como solía suceder. Sin embargo, una vez más solo se encontraba Taehyun, esta vez cocinaba tranquilamente con su música suave.

— ¿Krys aún no ha traído a los niños? —Preguntó al ingresar a la cocina, él volteó a verle con una sonrisa, alejándose un instante de las hornillas.

— Hola ¿cómo te va? A mí bien, gracias por la pregunta —dijo con diversión. Hyunjin sonrió, acercándose para besar sus labios brevemente—. En cuanto a lo otro, ellos se quedan con Seungmin ¿te lo olvidaste?

— ¿Con Seung? ¿Hoy?

— Sí —le miró extrañado—, llamó durante la tarde para avisar que iría a buscar a los niños a casa de Krys.

Hyunjin frunció el ceño ligeramente, apartándose de Taehyun para acercarse al teléfono de la cocina, él lo observaba sin comprender. Dos tonos sonaron antes de que Seungmin respondiera.

— Hola, Seung —le saludó tranquilamente, notando que Taehyun prestaba cuidadosa atención—, solo llamaba para preguntar por los niños. No me avisaste que vendrías por ellos.

— ¿Los niños? —Preguntó Seungmin al otro lado, Hyunjin podía escuchar que estaba en algún lugar con música suave— Hyunjin , los niños están contigo.

— Ay no —murmuró él, comenzando a buscar su teléfono—. Fue Sunghae, envíame tu ubicación, iremos a un lugar al que me pidió ir hoy. Por favor, rápido.

Al colgar Taheyun observaba estupefacto. Hyunjin decidió mirarle por unos instantes

— ¿Ibas a verte con Sunghae?

— Te lo explicaré al volver, Tae. Mis hijos podrían estar en peligro.

— No, Hyunjin —le detuvo, tomando su mano con molestia—, tienes que explicarme. No puedo entender nada.

— Te explico en el camino, si quieres venir.

— Hyunjin... —murmuró apesadumbrado— es mi cumpleaños, no puedes hacerme esto hoy. Hazme tu prioridad, solo hoy. Dijiste que ibas a elegirme.

Hyunjin lo miró fijamente a los ojos, sus pupilas luchaban contra las de Taehyun, intentando no perder ante ellas. Tenía razón, era su cumpleaños y él ni siquiera lo había recordado. Pero entre más pasaban los segundos, el peligro en el que sus niños y Seungmin pudieran encontrarse aumentaban. Negó. Soltandose suavemente de su agarre.

— Tae, te amo, pero son mis hijos... no puedo dejarlos solos.

Como Yo Te Quiero (HyunMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora